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Chalco, Méx.— “Desde que llegó el agua, me ha subido la presión, tengo dolor de cabeza, ardor de ojos, dolor de estómago, náuseas y las manchas que me están saliendo”, afirmó Silvana García, una de las damnificadas de la colonia Culturas de México del municipio de Chalco.
Silvana tiene manchas de color rojo y café en brazos, manos, espalda y cara, además de síntomas como dolor de estómago y náuseas; afirmó que estas son a causa del contacto frecuente con las aguas negras que inundan su casa desde hace más de tres semanas.
“Sólo mira mis ojos, así como los traigo están todo el día. Fuimos a consulta y nos dieron medicamentos, pero todo es consecuencia de lo que está pasando. Nada más sale uno tantito a la calle, empiezan a doler los ojos y la cabeza”.
Silvana, quien vive junto con seis familiares, hijos y nietos, afirmó que tanto ella como su hijo Abraham, además de otros vecinos, han tenido que ir a alguno de los puestos de atención médica ubicados en la zona afectada a causa de estos malestares.
Según médicos de la Dirección Regional de Bienestar del municipio de Chalco, los casos de gastroenteritis han aumentado en las zonas afectadas por las inundaciones, especialmente entre la población más joven que va desde los tres a los siete años.
El doctor Lenin Martínez Aparicio, indicó que él y su equipo han atendido aproximadamente dos a tres pacientes diarios con este malestar, causado, según explicó, por el contacto directo con aguas negras; entre los síntomas que han presentado los pacientes se encuentran dolores estomacales, diarrea, vómitos, mareos, dolor de cabeza y malestar estomacal general causado por bacterias presentes en el agua.
“Hemos tenido pacientes con algunos malestares estomacales, reconocemos que en caso de la gastroenteritis hubo un aumento en la población. Es principalmente por la situación que está viviendo Chalco”, dijo el médico.
Por otro lado, un padecimiento constante que presentan prácticamente todos los afectados por las inundaciones son frecuentes picaduras de mosquitos en brazos, piernas y cara, debido a la acumulación de agua en sus casas, misma que es un foco de reproducción para estos insectos.
“Es bien molesto, como vivimos en un segundo piso, el agua de abajo hace que se junten los mosquitos y en la noche se suben a picarnos cada día”, señaló Brayan, joven de 15 años quien tiene picaduras de mosquitos a lo largo de sus brazos y piernas.