Viajar a lugares marcados por la muerte o la tragedia se ha vuelto una tendencia que, más allá del morbo, busca apelar a la reflexión y la memoria.
Sin embargo, dicha práctica no está exenta de riesgos: hay turistas que ignoran los contextos históricos y culturales, lo que puede generar actos irrespetuosos o banalizar tragedias reales.
Hoy en Destinos te decimos qué es y por qué ha generado tanta polémica.

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¿Cuál es el origen del tanatoturismo?
El tanatoturismo (del griego "thánatos" o muerte) es una corriente turística que busca conectar emocionalmente a los visitantes con sitios relacionados con la tragedia, la muerte o el sufrimiento humano.
Su origen data de finales del siglo XX, cuando se empezaron a considerar como atractivos turísticos lugares marcados por hechos luctuosos, se explica desde la Universidad Abierta de Cataluña.
Este concepto fue formulado por los investigadores J. John Lennon y Malcolm Foley en su libro "Dark Tourism" (2000).
Ellos lo definen como "una práctica turística desarrollada alrededor de lugares donde se han producido sucesos relacionados con la muerte, generalmente violenta, el sufrimiento, la tragedia o lo macabro".
El tanatoturismo ha despertado el interés de los viajes y se ha convertido en una rama del turismo cultural que apela a las emociones más profundas de los visitantes... o eso se dice.
¿Cuál es la motivación detrás del tanatoturismo?
El investigador Lennon J. J. se planteó esta pregunta y concluyó que las motivaciones detrás del tanatoturismo son difícil de entender y desentrañar: “es algo turbio, una mezcla de reverencia, voyeurismo y el deseo de acercarse a la muerte", indicó en su libro.
Desde luego, esta tendencia ha sido tema de debates. Por una parte se argumenta que, naturalmente, los humanos se sienten atraídos por encontrar respuestas de su pasado y, al mismo tiempo, experimentan una curiosidad morbosa.
Aunque siempre han existido personas interesadas en conocer campos de batalla, tumbas famosas o sitios de catástrofes, la globalización, las redes sociales y el mercado han disparado su popularidad.
Y no sólo eso: en muchos casos, los contenidos audiovisuales (como la serie "Chernobyl", del director Johan Renck) aumentan las visitas a dichos lugares.

¿Qué destinos entran en el tanatoturismo?
La lista es larga y diversa. Incluye sitios de genocidio como Auschwitz en Polonia o Tuol Sleng en Camboya, hasta lugares marcados por leyendas urbanas como el Castillo de Bran en Rumanía.
También se suman sitios como el Bosque de los Suicidios de Aokigahara en Japón, el campo de batalla de Waterloo en Bélgica o el Memorial del 11-S en Nueva York.
En América Latina, destinos como la Comuna 13 de Medellín (transformada en símbolo de resiliencia tras años de violencia), el Cementerio Presbiteriano de Lima, la ESMA en Buenos Aires (antiguo centro clandestino de detención) o el Ayacucho en Perú (marcado por un conflicto armado interno) entran en esta tendencia.
En México, la Isla de las Muñecas en Xochimilco es otro ejemplo: un lugar en el que las leyendas de muerte se mezclan con un ambiente escalofriante de cientos de muñecas colgantes.
También lo es la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, a donde algunos viajeros curiosos van para retratarse en los edificios donde ocurrió la matanza estudiantil de 1968.

¿Por qué el tanatoturismo es polémico?
El tanatoturismo es un negocio con más de 900 destinos en 112 países. pero tiene su contraparte, pues activistas han intentando limitar el acceso a los sitios por ser "poco ético e inmoral".
De acuerdo con un artículo de la Universidad de Especialidades Turísticas de Quito-Ecuador, expertos creen que el problema no es visitar estos lugares, sino hacerlo sin el debido respeto y conciencia histórica.
"Cuando no se ha realizado un diseño y planeación adecuado del producto, es más probable que se generen problemas éticos, porque se tiende a mercantilizar y trivializar el dolor. Además, los visitantes pueden generar contenidos en las redes sociales de manera irrespetuosa", señalan.
La línea entre el respeto y el morbo es delgadita.
¿Hacer o no hacer tanatoturismo?
El tanatoturismo puede ser una vía para honrar la memoria colectiva, para escuchar las historias que el tiempo no ha podido silenciar y entender, desde la empatía, los capítulos más oscuros de la humanidad.
De hecho, el Museo de Memoria y Tolerancia de la CDMX se considera como un sitio de tanatoturismo ético, ya que retratan los sucesos con respeto a la dignidad de las víctimas.
Además, contextualiza los eventos dentro de un marco histórico y social, analizando las causas y las consecuencias de la intolerancia y la discriminación.
Antes de explorar un lugar, te recomendamos realizar lo siguiente:
- Infórmate sobre el contexto histórico y cultural del destino turístico.
- Sigue las indicaciones del lugar y mantente dentro de las zonas autorizadas.
- Evita hacer ruidos o bromas; el respeto debe ser prioridad.
- No tomes objetos ni alteres el espacio; todo sitio de memoria debe conservarse intacto.
- Participa en visitas guiadas o actividades con enfoque educativo que promuevan la reflexión.

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