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La laguna de Bacalar, la de los 7 colores, no solo es una de las más hermosas de México, también es uno de los últimos santuarios de los estromatolitos. ¿Y, qué son esos? Son la forma de vida más antigua de la Tierra, fósiles vivientes que producen oxígeno.
Este nirvana del Caribe mexicano se encuentra muy cerquita de la frontera con Belice y a unos 40 minutos de Chetumal, en el estado de Quintana Roo.
Con el paso de los años, alrededor de la laguna se fueron abriendo hoteles ecológicos de estilo bohemio, le llaman; con columpios y hamacas sobre el agua de color turquesa (el sueño romántico de muchas parejas).
Desde hace varios meses, en la zona norte de la laguna de Bacalar, hay un nuevo alojamiento exclusivo para dos personas, una casita flotante con todas las comodidades, y responsable con el medio ambiente.
Para llegar a esta casa flotante, la única que existe en la península de Yucatán, hay que tomar una desviación sobre la carretera que viene de Chetumal. Un camino de terracería de un kilómetro, oculto entre la vegetación, es tu pase a ese microparaíso. Por cierto, el trayecto es muy relajante.
“Nuestra casita está en un lugar muy bendecido, en el que todavía se mantiene la esencia de México en su naturaleza. Casi se conserva intacto”, expresa Paloma Flores, una de los cuatro socios de este proyecto sustentable, mismo que puedes encontrar en Instagram como Bleibe Bacalar.
Además de un pequeño muelle, en tierra firme hay un bungalow, un huerto, una composta y una palapa-bar. No hay casi nada más, salvo unas cuantas construcciones a lo lejos, el sonido de la selva, los colores irreales de la laguna y una tranquilidad infinita.
¿Cómo es la casita flotante de Bacalar?
La casa flotante apenas mide 8 metros de largo por 3.60 metros de ancho. Es de tonos neutros, de diseño ergonómico, sencillo, limpio... Es vanguardista pensado en ser funcional, aunque tiene algunos detalles artesanales de la región, explica Paloma.
Dispone de una cama queen; cocina completa con tarja, refri, trastes, estufa con dos quemadores; barra con bancos y baño completo con agua caliente. Tiene también aire acondicionado y ventilador de techo, tele, radio, sistema de sonido bluetooth. En su exterior hay dos terrazas: una en la parte frontal y otra en la parte superior que funciona como asoleadero, con un par de camastros y una mesita.
Está equipada con una escalinata para sumergirse en la laguna, chalecos salvavidas, remos, extintor, brújula y radio para comunicarse.
“Está hecha para apapachar a las personas con todas las comodidades”.
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En tierra, siempre hay vigilancia y cámaras de seguridad. “De repente hay vientos fortísimos y se les recomienda a los huéspedes quedarse en el bungalow mientras pasa una tormenta”, comenta Adrián Tinoco, esposo de Paloma.
El personal también puede encender una fogata.
Si no tienes ganas de cocinar, hay servicio a domicilio de los restaurantes cercanos, o puedes solicitar que vaya una persona a cocinarte.
Esta casita flotante ha sido escenario de pedidas de mano, de cenas románticas y de otros eventos.
De acuerdo con la matrícula pueden estar 4 personas a bordo.
Bleibe, la casa flotante en Bacalar que no tira desechos
“Bleibe no es una hotelería que llega a arrasar”, dice Adrián.
Ambos diseñadores industriales se asociaron con una doctora bióloga y un doctor en letras para crear este concepto: una casa flotante autosustentable. “Es totalmente ecológica y eléctrica” asegura Adrián, quien se nota orgulloso de este proyecto que tardó 4 años en desarrollarse.
“Todos los residuos van a dar a unos tanques de polietileno de alta densidad (HDPE), material elaborado bajo normas internacionales y aprobado por la marina estadounidense. Nunca se perfora y no contamina. Lo mismo ocurre con las mangueras para descargar esos desechos por medio de una bomba.
Aquellos desechos se hacen lodos para poderlos transportar. A través de un proceso que se llama evapotranspiración se reutiliza el agua sucia para que las bacterias hagan fértil la tierra.
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“Todos los materiales con los que está construida nuestra casa flotante son biodegradables: la duela –que es un compuesto de plástico con aserrín–, toda la estructura de aluminio. Nada se oxida”, comentan los fundadores de Stadia, una empresa que se dedica a la fabricación de lanchas, marinas y muelles, y de la que surge Bleibe, la marca de la casita flotante que, muy pronto, dicen, tendrá presencia en otros destinos nacionales.
También cuenta con los permisos para operar por parte de Capitanía y la Secretaría de Marina.
Qué hacer en la laguna de Bacalar
Nadar en la laguna, hacer kayak, disfrutar de una comida o cena en el Pueblo Mágico de Bacalar (a 15 minutos de la casa flotante) y ver el amanecer sobre una tabla de paddle board es uno de los grandes placeres que regala este lugar.
Qué no hacer en la laguna de los 7 colores
Está prohibido acercarse a los estromatolitos. Parecen rocas, pero, en realidad, son seres vivos, estructuras esponjosas y lodosas en forma de coliflor, de acuerdo con un artículo publicado por la BBC en 2020, titulado “Bacalar: el fascinante lago mexicano que alberga la forma de vida más antigua del planeta”.
Estos microbios se encargan de purificar el agua dulce de la laguna, funcionan como filtro, al igual que los manglares de la región, que también protegen de los huracanes.
No está permitido usar bloqueador solar y no se recomienda el uso de motos de agua. Adrián Tinoco dice que incluso el municipio busca reglamentar o limitar el acceso de embarcaciones peligrosas.
Así que, si viajas a Bacalar, no utilices desechables, separa los residuos y báñate lo más rápido que puedas.
Otra cosa muy importante: respeta los sonidos de la naturaleza; “adáptate al entorno”, pide Paloma. No hagas ruido. “Hay horarios de música en nuestra casa flotante para dejar que descanse la naturaleza”.
¿A qué se deben los colores de la laguna de Bacalar?
Dato curioso: los colores azules de Bacalar se deben al tipo de suelo, a las diferentes profundidades de la laguna y a la presencia de cenotes. Dentro de la laguna hay tres cenotes y uno en la orilla. Entre estos está el famoso Cenote de la Bruja del que se cuenta una tenebrosa leyenda.
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