A finales de octubre y principios de noviembre, Yucatán y sus comunidades mayas viven su propia versión de Día de Muertos: el Hanal Pixán, la ‘comida de las ánimas’.
Hanal Pixán es un ritual ancestral en el que los vivos honran a sus difuntos. Las almas vuelven a este mundo a visitar a sus seres queridos y a disfrutar de los aromas y sabores que gozaban en vida.
Esta celebración, que fusiona las creencias prehispánicas con la religión católica, tiene su propia esencia. Además, a esta tradición se le une el Festival de las Ánimas, con actividades culturales, gastronómicas, espectáculos y hasta procesiones muy peculiares en la ciudad de Mérida y sus alrededores.
¿Cómo es el Día de Muertos en Yucatán?
Según la cosmogonía maya, la vida humana está constituida por el pixan o alma, un regalo que los dioses regalan desde el momento en que se nace.
En algunas regiones de la península de Yucatán, se cree que las ánimas tienen permiso de visitar a sus familiares durante ocho días. Así que, el 8 de noviembre, se realiza el bix u ochavario, en el que se encienden hileras de velas en las casas para que las almas puedan distinguir su camino.
El Hanal Pixán transcurre del 31 de octubre al 2 de noviembre. El primer día es conocido como u hanal palal y está dedicado a los niños; el segundo se llama u hanal nucuch uinicoob, y conmemora a los adultos difuntos. El tercero y último día se llama u hanal pixanoob, y se consagra a todos los santos.
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Durante estos días, las casas montan altares con comida tradicional para ofrecerla a sus difuntos. También se visitan los cementerios para limpiar y ‘acompañar’ a los seres queridos que ya partieron.
Los altares mayas
En el centro del país se acostumbra colocar altares con distintos niveles. En Yucatán, las ofrendas se elaboran sobre una mesa cubierta de manteles blancos y bordados o de hojas de plátano.
Se incluyen las fotografías de los difuntos y algunas de sus pertenencias; se prenden velas e inciensos que sirven de guía para atraerlos al festín, preparado especialmente para ellos; la sal y agua en la ofrenda son un símbolo de purificación.
En los altares mayas tampoco faltan jícamas, mandarinas, naranjas, dulces de papaya, coco y pepita, tamales de xpelón, balché (una bebida), las jícaras con tan-chucuá (un atole de maíz, cacao, pimienta y anís) y el platillo protagonista de la temporada: el mucbipollo o pib, un enorme tamal relleno de guisos con carne y especias y que es cocido dentro de un agujero en la tierra.
Uno de los elementos más distintivos de estos altares es la colocación de una cruz verde al centro. Esta representa la ceiba, el árbol sagrado maya.
Algunas familias más tradicionalistas también agregan siete montones con 13 tortillas cada uno en la mesa: son los numerales del calendario Tsol k’iin (ciclo sagrado de 260 días con 13 veintenas de días); así como un total de 22 ofrendas además de la dedicada a los difuntos. Estas se dedican a los 13 dioses del Óoxlajuntik’uj o cielo, y a las nueve deidades del Bolontik’uj o mundos subterráneos.
Es así como la “comida se convierte en un lenguaje de amor y respeto por quienes se han ido, pero que aún forman parte de nuestra vida cotidiana a través del recuerdo”, de acuerdo con información de la Secretaría de Fomento Turístico (Sefotur) de Yucatán.
El Festival de las Ánimas
A la par del Hanal Pixán, Yucatán prepara el Festival de las Ánimas, con más de 30 actividades artísticas y culturales fusionando festejos modernos con ritos ancestrales.
En la edición 2024, el festival comenzó el 26 de octubre y terminará hasta el 4 de noviembre. El principal escenario es el centro histórico de Mérida y otras comisarías aledañas.
El ambiente es festivo y alegre, pues las sedes del evento se alegran con una decoración temática, música en vivo, bailes, venta de comida y artesanías y, en algunos sitios, hay muestras de altares a la usanza maya e incluso desfiles ‘protagonizados’ por las ánimas.
La celebración inició con el Festival de Catrinas en el icónico Paseo de Montejo. Se trata de una presentación de espectáculos folklóricos con música y danzas tradicionales, ejecutadas por artistas caracterizados como catrinas.
En el Parque Emancipación (a unos 15 minutos en auto del centro) se celebra el Pixán Palaal, un pequeño festival con varios eventos. El más atractivo es el Paseo de Ánimas, un desfile de catrinas con vestimenta típica yucateca. Además, hay muestra de altares y del ballet folklórico del Centro de Desarrollo Integral Sara Mena de Correa. Este año se presentará también los espectáculos cómicos de Sara Mena, de Dzereco y Nohoch y un bazar de emprendedores.
Desde el 27 de octubre, se inauguró el imponente altar monumental en la Plaza Grande de Mérida, mientras que en el Parque San Sebastián se celebra la octava edición de la Feria del Mucbipollo, donde se elabora, expone y vende este delicioso platillo.
En el palacio municipal se presentan las ‘Vaquerías de las Ánimas’, espectáculos de baile y música tradicional yucateca con un toque del Hanal Pixán, pues los artistas se caracterizan como catrinas.
Una de las actividades estelares que, por cierto se celebra hoy, 31 de octubre, es el Paseo de las Ánimas, una representación de la procesión que hacen los difuntos para regresar al mundo de los vivos. Son cientos de catrinas y catrines con vestidos regionales, quienes llevan velas en mano y recorren prácticamente en silencio las calles del centro de la ciudad, donde también encontrarás exhibición de altares mayas, spots fotográficos llenos de velas, un bazar y shows con ballet folclórico.
En noches selectas, la Plaza Grande es escenario de la representación del pok ta pok del inframundo, el juego de pelota maya, con dos equipos de guerreros caracterizados como calaveras.
El 1 de noviembre, la catedral se transforma en el lienzo perfecto para un espectáculo nocturno de video mapping, el cual relata la historia de este edificio histórico a través de música, luces y video.
En el Cementerio General se programan sesiones de cuentacuentos, leyendas y relatos mayas de seres mitológicos y sobrenaturales, como Huay Keken, Huay Pek, los aluxes o la X’tabay. De esta última, una leyenda cuenta que se trata del espíritu con forma de bella mujer que seduce a los hombres para darles un trágico final.
Como parte de la programación del Festival de las Ánimas hay recorridos guiados por algunos mausoleos para contar la historia de los difuntos más famosos y algunas leyendas tenebrosas.
En el Parque San Juan, donde se realizará hoy el desfile del Paseo de las Ánimas, está decorado con sets fotográficos que recrean la entrada al inframundo maya.
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El 2 de noviembre ocurre uno de los eventos más atractivos, el colorido Desfile de Catrinas, ataviadas con vestimenta tradicional yucateca. Comenzará en la Casa de Montejo y terminará en el parque La Plancha.
Las actividades principales culminan con el espectáculo musical ‘Coco’, inspirado en la película de Disney. En este show de estilo Broadway –de acuerdo con los organizadores–, se presenta música típica en vivo y un ballet folklórico con catrinas con llamativos detalles de colores neón. Este se realizará el 3 de noviembre en el Parque de la Alemán y el 5 de noviembre en el Parque Dolores Otero.
Fuera de Mérida
En las comisarías que están en los alrededores de Mérida también hay actividades temáticas durante el Festival de las Ánimas.
La rodada en bicicleta, ‘Camino Misterioso de las Ánimas’, es de las más buscadas. El 1 de noviembre, recorre algunos viejos poblados y edificios de aspecto deteriorado y ‘fantasmagórico’. La ruta pasa por los lugares más emblemáticos de la comisaría de Xcunyá, un antiguo pueblo colonial que fungió como hacienda ganadera y henequenera. También visita Misnebalam, otra hacienda abandonada de finales del siglo XIX. En su momento, llegó a tener unos 170 habitantes, quienes se dedicaban a trabajar el henequén para don Fidencio Márquez, el dueño del lugar.
El llamado ‘pueblo fantasma de Yucatán’ conserva unos 25 edificios en ruinas. Según algunos relatos, se percibe un ambiente pesado e incluso se han reportado apariciones de fantasmas, como la del niño Juliancito.
Por otro lado, hay quienes aseguran que, en las noches, se puede ver un monje con los brazos abiertos encima de la capilla de Misnebalam.
Cena en el inframundo
A unos 15 minutos del centro de Valladolid se encuentra uno de los cenotes más bonitos e instagrameables de Yucatán: Suytun. Es cerrado, de forma circular y con una plataforma de piedra en su centro rodeada de agua cristalina y turquesa. En su techo abovedado y cubierto de estalactitas hay un agujero por donde se cuelan los rayos del sol.
Este es uno de los dos cenotes destinados para el Tour de los Pixanes: Luces en el Inframundo, el 2 de noviembre. Es una experiencia nocturna que incluye altares de muertos, danza y rituales, además de una cena tradicional de tres tiempos.
El costo es de 799 pesos por adulto y 599 para niños de cinco a 12 años. También hay opción de reservar un paquete que incluye hospedaje en una cabaña. La tarifa comienza en los dos mil 598 pesos por noche para dos personas. Tel. (999) 227 5696.
Guía del viajero
¿Cómo llegar? Vuelos diarios desde el AICM con Aeroméxico desde 3 mil 585 pesos en viaje redondo.
¿Dónde dormir?
- Fiesta Americana Mérida: a un costado del Paseo de Montejo. Desde 2 mil 675 pesos por noche para dos personas.
- Piedra de Agua: hotel boutique en el centro de la ciudad. Desde 2 mil 946 pesos por noche para dos personas. Incluye desayuno continental.
- Decu Mérida: hotel boutique en una antigua mansión a unas cuadras de la Plaza Grande. Desde 7 mil 302 pesos por noche para dos personas. Incluye desayuno continental.
- Holiday Inn Express: cerca del Teatro José Peón Contreras. Desde mil 891 pesos por noche para dos personas. Incluye desayuno.