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Cincuenta y siete años atrás, entre Puerto Vallarta y Manzanillo, a mitad de camino, existía un paraíso intacto, con manglares, tapizado de selva, montañas y playas vírgenes enmarcadas por dramáticos acantilados.
Esta fue la postal que cautivó al banquero y artista italiano Gianfranco Brignone. A mediados del siglo XX sobrevoló la zona en una avioneta. Un amigo lo invitó para descubrir México y, específicamente, ese pedacito de tierra bañado por el mar en la llamada Costalegre de Jalisco.
Desde el cielo, se enamoró de ese lugar y decidió echar raíces para crear un proyecto residencial y turístico inspirado en la Costa Esmeralda francesa, cuyos pilares se centran en el respeto al medio ambiente, el arte, un servicio de primer nivel y, en suma, un exclusivo refugio para sibaritas.
Así nació Costa Careyes, una joya ‘capturada’ entre la exuberante Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala y las aguas del Pacífico mexicano.

Con el paso del tiempo, se convirtió en una auténtica constelación terrestre, pues sus playas de fina arena dorada y residencias de lujo de estilo mediterráneo mexicano han recibido a estrellas como Salma Hayek, Quentin Tarantino, Robert de Niro y Naomi Campbell, por mencionar algunos.
Salpicado de bungalows, villas, varios hoteles boutique, estructuras artísticas al borde de los acantilados, playas semivirgenes con restaurantes de lujo y un montón de experiencias inmersivas en la naturaleza, te proponemos Costa Careyes como tu próximo destino de romance veraniego.
La arquitectura
Uno de los aspectos que más destaca es su arquitectura, obras con un estilo único distribuidas a orillas del mar o emplazadas entre las rocas y sobre los acantilados. En este paraíso en donde la naturaleza sigue dominando —en contraste con otros destinos de México—, los arquitectos Marco Aldaco, Alberto Mazzoni, Diego Villaseñor, Jean Claude Galibert y el jalisciense Luis Barragán dejaron su sello.
Careyes refleja un estilo ecléctico, que fusiona elementos de la arquitectura vernácula mexicana con la mediterránea, especialmente inspirado por las construcciones de Portofino, la Costa Esmeralda y la Costa Amalfitana.

Así nació el llamado estilo Careyes: artesanal y orgánico, en armonía con el entorno, a través de la utilización de materiales locales, formas curvas y sin esquinas angulares, pisos de concreto con acabados a mano, mosaicos de piedras, colores vibrantes, enormes palapas de palma, amplias terrazas al aire libre y espacios abiertos para que circule libremente la brisa en los interiores.
Tu nido romántico por unos días
La zona —que también es residencial— cuenta con varias propiedades vacacionales en renta y cuatro opciones principales de hospedaje.
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El Careyes Club & Residences ofrece suites, penthouses y residencias de una o hasta cuatro habitaciones. Algunas están equipadas con piscina y jacuzzi privado y terraza con vista al mar. Este complejo ofrece cinco albercas infinitas a la orilla de la playa El Careyes.
En la ladera de un cerro de Playa Rosa, el mero corazón de Careyes, se levanta una especie de pequeña comunidad de estilo italiano. Se trata de las llamadas Casitas de las Flores, villas escalonadas, con techos de teja roja y colores muy llamativos. Todas tienen cocina, comedor, terraza, balcón, sala y baño privado con bañera.

Si prefieres descansar frente al mar, en Playa Rosa hay tres bungalows, ideales para parejas. Destacan sus intensas tonalidades rosadas y naranjas, y sus gigantes techos de palapa. Cada una cuenta con su propia terraza con camastros, baño privado con bañera. Una de ellas tiene un balcón.
- A unos minutos de Costa Careyes está el pueblo del mismo nombre, una pequeña comunidad cuyo corazón es la Plaza de los Caballeros del Sol, con restaurantes y tiendas boutique de ropa, accesorios y decoraciones artesanales.
Sobre los acantilados de Careyes se levantan distintas villas —que parecen vigilar el mar— mucho más grandes y espectaculares, como Casita Carioca, Casita Azul, Casa Selva o Nido de Amor. Todas presumen albercas de borde infinito con vista al Pacífico, enormes terrazas y todas las amenidades para una estadía de lujo.
Más allá de estas opciones, hay dos propiedades más, que son todo un icono del destino. En lo alto de dos cerros, en los extremos de Playa Careyitos, se alzan imponentes Castillos de Mar, un par de villas prácticamente gemelas, bautizadas como Sol de Occidente y Sol de Oriente.

Son amplísimas casas con grandes jardines. Ambas cuentan con seis habitaciones para un máximo de 12 huéspedes. Es el lujo en su máxima expresión, ya que el edificio principal cuenta con su propia cocina y chef privado, una sala de cine, una terraza privada y tres habitaciones con salida directa a una enorme piscina infinita 360°.
Lo acompañan un par de bungalows y una torre estilo castillo con más dormitorios, así como un funicular que lleva a los huéspedes a tan solo unos metros de la playa, solitaria y privada.
Además, en Careyes puedes visitar dos instalaciones artísticas muy simbólicas: Copa del Sol, una media esfera de hormigón de tamaño monumental que representa el vientre de una mujer recibiendo la vida del astro, y El Piramidión, una pirámide esculpida dentro de una cueva que simboliza al hombre enclaustrado, el cual se une a la mujer (Copa del Sol) tan solo dos veces al año, durante los equinoccios, cuando los rayos solares descienden sobre la estructura ‘femenina’ a través de la cueva, tocando la punta de la pirámide.
Las playas
Al estar en un entorno de montañas y acantilados, la mayoría de sus playas, como Rosa, El Careyes y Careyitos, son pequeñas y prácticamente privadas, aunque Teopa es enorme, con sus seis kilómetros de longitud. Todas se caracterizan por su fina arena dorada y oleaje suave, perfecto para nadar.

Tiene camastros para tomar el sol y algunas cuentan con clubes de playa con restaurantes.
Quizá las más ‘famosas’ son Careyitos debido a los impresionantes Castillos de Mar, y El Careyes, que es la más pequeña e ‘íntima’.
En el caso de Playa Teopa, además de ser la de mayores dimensiones, es la más virgen y una de las mejores para conectar con la naturaleza.
- Cada noviembre, Playa Teopa es sede del Festival Ondalinda, con presentaciones de DJ’s internacionales, cenas, fiestas y experiencias wellness.
También es la más cercana a las estructuras Copa del Sol y El Piramidión.
La naturaleza y su conservación
En Costa Careyes procuran prácticas sustentables para la conservación de su entorno, una maravilla de la naturaleza.
El complejo se encuentra en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala, un área natural protegida, decretada así en 1993, con la finalidad de preservar más de 130 mil hectáreas de montañas selváticas, acantilados, playas, lagunas, manglares, esteros y humedales, frágiles espacios donde habitan jaguares, pumas, cocodrilos, ébanos, pitayas, aves migratorias y muchas especies más.
- 1,200 especies de flora y fauna habitan en la Reserva de la Biósfera Chamela-Cuixmala.
Hay que sumar la biodiversidad del Pacífico mexicano, protagonizada por ballenas que llegan a esas aguas de enero a abril, y tortugas marinas, que arriban de julio a diciembre.

Desde 1983, la familia Brignone y el biólogo marino Alejandro Peña crearon el Centro de Protección y Conservación de Tortugas Marinas. Varias playas de Careyes y, en general, de la Costalegre, son santuarios de cuatro especies: laúd, golfina, verde y carey.
Careyes cuenta con un programa de investigación y conservación, equipos de expertos que patrullan las playas las 24 horas del día. Este permanece abierto durante la temporada de anidación para aquellos viajeros interesados en presenciar el nacimiento de las crías y aprender sobre la gran labor que se realiza para su conservación.
- Desde 1983, en Careyes se han liberado aproximadamente 2.6 millones de tortugas.
A la par, se ha desarrollado un programa de reforestación, con más de cinco mil árboles nativos y un huerto biodinámico que abastece restaurantes. De las 46 mil hectáreas que ocupa todo el complejo (casi cuatro veces la alcaldía Xochimilco), tan solo 2% del terreno ha sido desarrollado, con un tope de 7% para el futuro.
Experiencias
Hay un montón de actividades para disfrutar de la naturaleza, ya sea por tierra o por mar, siendo Playa Rosa el punto de partida de todas.
Principalmente en agosto, se lleva a cabo la liberación de tortugas en Playa Teopa, donde miles de estos ejemplares nacen y dan sus primeros pasos con destino al mar.

También hay paseos en lancha para recorrer la costa y observar la vida marina en libertad de delfines y ballenas, especialmente; se organizan avistamientos de aves, como flamencos, cigüeñas y águilas; excursiones en kayak y paddleboard; esnórquel y buceo (se requiere certificación PADI); e incluso clases de surf en playas cercanas, como Arroyo Seco, Boca de Iguanas, Barra de Navidad, Chamela y Chalacatepec.
Hay senderismo o running guiado en las brechas cercanas a playa El Careyes y paseos en la costa, lagunas, manglares y selva en bici de montaña.
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Puedes solicitar sesiones de yoga privadas, con opción de practicar yoga terapéutico restaurativo y distintos tipos de masaje en diversas ubicaciones, como miradores o a la orilla de la playa; ceremonias de temazcal y baños de lodo; alineaciones energéticas, y la joya de las actividades holísticas: sesiones de sound healing dentro de la Copa del Sol.
¿Dónde comer en Careyes?
Careyes cuenta con ocho restaurantes:
- Playa Rosa: cocina fusión mediterránea y mexicana, en Playa Rosa.
- La Duna: alta gastronomía mexicana con influencias internacionales, en El Careyes Club & Residences.
- Shio Sushi: bar de sushi estilo Edo Mai, en El Careyes Club & Residences.
- Punto Como: steakhouse italiano y pizzas napolitanas al horno, en la Plaza de los Caballeros del Sol.
- Pueblo 25: cocina gourmet que utiliza productos locales y orgánicos, en el pueblo de Careyes.
- La Coscolina: comida vegana de estilo marroquí, en la Plaza de los Caballeros del Sol.
- Lilo Beach Club: platillos mexicanos e internacionales a orillas del mar, en Careyitos.
- Casa de Nada: cocina especializada en tapas españolas, en Teopa. Solo abre en ciertas temporadas.

Guía del viajero
¿Cómo llegar?
El aeropuerto más cercano a Careyes es el de Manzanillo-Costalegre, aproximadamente a una hora y 20 minutos en auto.
Hay vuelos directos desde el AICM con Aeroméxico desde $6,000 pesos el boleto redondo aproximadamente.
Te recomendamos agendar un transfer con tu hospedaje, una semana antes de llegar.
¿Cuánto cuesta el hospedaje?
Depende del tipo de habitación. Las tarifas van desde los 300 dólares ($6,000 pesos) por noche para dos personas en las suites, residencias y villas, hasta los 9,000 dólares ($180,000 pesos) en los Castillos de Mar.
Actividades: Careyes cuenta con su propio menú de experiencias guiadas por expertos, con precios desde $300 pesos por persona y hasta los $34,000 pesos, aunque pueden variar dependiendo de la actividad, tiempo y requerimientos.
Contacto: careyes.com
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