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Después de realizar un viaje nos llega el golpe de realidad: tenemos que recuperar nuestra rutina. Muchos viajeros experimentan el síndrome del jet lag, el cual se produce por el cambio de horario.
Aunque se trata de un trastorno temporal, los primeros días de vuelta a casa son complicados. Hoy te compartimos algunas claves para superar la descompensación horaria, según instituciones de salud.
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¿Cuáles son las consecuencias del jet lag?
No importa qué tan acostumbrado estés a viajar, el jet lag siempre aparece porque altera el ritmo de vida de una persona. De acuerdo con el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, afecta el estado de ánimo, la capacidad de concentración y el rendimiento físico y mental.
Principalmente, le sucede a viajeros internacionales, y los síntomas pueden aparecer a las pocas horas de llegar a otro país con diferente huso horario. Por ejemplo, si vives en México y pasas unos días en España o China tarde o temprano te llegará el jet lag.
Es posible que experimentes fatiga, cansancio, confusión, irritabilidad, problemas digestivos y apatía.
La señal más evidente del trastorno es el insomnio, puesto que la descompensación repercute en el ciclo vigilia-sueño y hace difícil conciliar el sueño o despertarnos.
La Secretaría de Salud de México explica que es posible disminuir el impacto del jet lag, pero no se puede evitar por completo. Ello se debe a que, por naturaleza, tenemos necesidades biológicas: comer, descansar y activarnos cada cierto tiempo.
¿Cómo recuperarse del jet lag?
El cuerpo humano tarda de 2 a 6 días en recuperarse del jet lag. Si en algún momento percibes que los síntomas no disminuyen, es importante consultar a un especialista para que los malestares físicos y la carga mental no te impidan realizar tus actividades.
Por su parte, el CDC recomienda tomar las siguientes medidas para contrarrestar la descompensación de horario:
- Toma siestas cortas, de no más de 15 a 20 minutos, para sentirte mejor durante el día y aun así descansar por la noche.
- Para zonas horarias que tienen una diferencia de más de 3 horas con respecto a la zona horaria normal, establece una rutina de sueño y vigilia.
- Días antes, adapta los hábitos de acuerdo con el horario del destino.
- Si viajas hacia el oeste, acuéstate una o dos horas más tarde de lo habitual.
- Si viajas hacia el este, acuéstate una o dos horas antes de lo normal.
- Considera programar el vuelo para llegar a tu destino al menos 2 días antes de cualquier evento importante, así le darás tiempo a tu cuerpo para adaptarse.
Finalmente, la Secretaría de Salud aconseja tener una alimentación equilibrada, sin alcohol ni cafeína porque alteran el sueño. También hay que mantenerse hidratado antes, durante y después del viaje.
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