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Ya había escuchado sobre Blue Hole o el Gran Agujero Azul, pero ese sumidero en medio del Caribe , explorado por Jaques Cousteau, nunca había estado en mi radar viajero.
Aquella maravilla natural declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco me parecía inalcanzable. De hecho, mi conocimiento sobre Belice era casi nulo. Pero, por azares de la vida, de repente, me encuentro sobrevolando esta maravilla, la más profunda del planeta…
Debo reconocer que Belice no solo es Great Blue Hole. La gastronomía, la cultura, las playas e incluso la gente convierten este pequeño país en un sitio ideal para desconectarse en medio de una naturaleza tropical que te quita el aliento mientras disfrutas de una buena cerveza Belikin (cerveza lager oriunda de Belice) y de una canasta de free jacks a un costado.
Foto: iStock
Llegando a Belice: el paraíso turquesa
Belice es pequeño: poco más de 400 mil habitantes ocupan un territorio de 22 mil 965 kilómetros cuadrados. En este país rural , en el que su industria principal es la agricultura y la ganadería, tanto el clima como la gente son cálidos . Les emociona conversar sobre el futbol americano o las cervezas.
Para llegar a Belice , a la ciudad de San Pedro, viajé a bordo de un water taxi: una lancha que me trasladó desde Chetumal , capital de Quintana Roo, por $1,300 pesos. El viaje es seguro, aunque puede marear un poco por el movimiento.
En una hora y media ya estaba en San Pedro . Hacía calor, pero no era sofocante. El agua de mar , lo admito, es más limpia que la de algunas playas de México.
La primera parada fue Ramon’s Village , un resort en el que se hospedan artistas, buzos profesionales, modelos y viajeros que están a la caza de las bellezas naturales (y más instagrameables) del Caribe . La estética del hotel está inspirada en la cultura maya y en la isla polinesia de Bora Bora. Está construido en medio de jardines tropicales con lirios, buganvilias y otras flores.
Foto: Ramon's Village
Las habitaciones son cabañas estilo tahitianas, construidas con madera, fibra de coco y hoja de palma seca. Son rústicas pero muy cómodas, con camas queen size, sábanas suaves, aire acondicionado y vista hacia el mar turquesa.
Pero este resort no solo brinda descanso, también crea experiencias románticas y te acerca a las actividades más buscadas, como el esnórquel en la Reserva Marina Hol Chan o en Shark Ray Alley.
¡A nadar con tiburones en aguas turquesa!
La travesía en lancha empezó en la Reserva Marina Hol Chan. Su nombre en maya significa “pequeño canal” (de 18 kilómetros cuadrados). Es el refugio de algunas especies en peligro, como los arrecifes coralinos, el pasto marino para tortugas y los manglares para manatíes.
Foto: iStock
Con visor y aletas, bajé por la escalera para sumergirme en el mar . No está tan profundo y tiene la temperatura ideal para nadar con peces de varios tamaños y colores. Pese a mi miopía, el agua es tan cristalina que me permitió admirar tortugas, pulpos y corales. Luego, fuimos a Shark Ray Alley, otra área de Hol Chan en donde está permitido zambullirse para ver tiburones nodriza y rayas de aguijón.
Los tiburones no son agresivos; al contrario, son juguetones y amigables . Eso sí, no está permitido tocarlos. Una docena de estos escualos estaba rodeando la escalera para descender al agua. Dudé en bajar. Al ver mi rostro de miedo, el guía aventó comida del otro lado del bote para que se alejaran y pudiera descender.
Tardé unos instantes en despegarme de la escalera. No quería tocar a los tiburones rezagados que merodeaban la lancha. Cerré los ojos, oré y bajé. Estuve a punto de tocar a uno, pero el mismo tiburón me evadió. La adrenalina aumentó e intenté seguirle el paso, pero me vi superado. Seguí nadando y viendo cómo los tiburones pasaban a un lado de mí. Parecía que estiraban sus aletas para ‘chocar puños’.
Foto: iStock
Antes de entrar a estas reservas , los guías instruyen a los turistas para no perturbar la fauna . No pueden usar bloqueador, hacer ruido, manipular las boyas o letreros, sustraer alguna especie y ni siquiera tocarla. Mucho menos puedes tirar basura. No se permiten embarcaciones de más de 30 personas y tampoco sobrepasar los 13 metros de eslora. El tiempo límite de estancia es de una hora.
El Gran Agujero Azul de Belice
En San Pedro, la aerolínea Tropic Air ofrece viajes por Belice , de transporte y tours panorámicos. Uno de sus vuelos más atractivos, sin duda, es el del Great Blue Hole .
Este sumidero, dentro del atolón Lighthouse Reef, es la máxima atracción de Belice, por su belleza, su inmenso tamaño y el enigma que ha significado para científicos y exploradores.
El arranque de la avioneta fue turbulento, pero nada que espantara al capitán. Él ya está acostumbrado a estos movimientos.
Mientras veía a través de la ventana y apreciaba las nubes, más me emocionaba saber que pronto sobrevolaría una de las maravillas naturales más bellas del planeta. Mi entusiasmo fue subiendo de nivel cuando, allá abajo, el mar cambiaba gradualmente del azul marino al turquesa . Blue Hole estaba cerca.
Foto: iStock
Minutos después, abajo de mí estaba el monstruo de 123 metros de profundidad y 300 metros de diámetro. Unos días antes de mi viaje, alguien me mostró una fotografía de este abismo. Me pareció imponente, como si fuera un portal hacia otra dimensión (y así lo han creído varios). En vivo, jugando con mi imaginación, de repente me pareció que tenía la forma de una muñeca con moño o de una omega, la última letra del alfabeto griego.
Una gran recomendación: si eres muy propenso al mareo como yo, toma tus precauciones y lleva medicamentos para evitar o disminuir los síntomas. También hay otra manera de acercarse al Gran Agujero Azul : por mar, a bordo de una embarcación . Hay operadoras que cuentan con los permisos requeridos para ofrecer excursiones que incluyen esnórquel y buceo (para quienes cuentan con certificación).
El ‘Gigante dormido’ beliceño
La tercera parada fue Belmopán , la capital de Belice , en Sleeping Giant, un resort en medio de una selva frondosa entre montañas tapizadas de un verde intenso, a veces cubiertas por la neblina. En tiempos lejanos fueron habitadas por la civilización maya . Este refugio se encuentra junto a la Reserva Natural de Sibun.
Las habitaciones están diseñadas para que no te acuerdes de la ciudad, sin perder comodidades. Por un rato, le dirás adiós a la televisión y a las redes sociales. Sus interiores están elaborados con madera y piedra, sin dejar a un lado la elegancia . Los tonos marrones contrastan con el verde, el azul, el naranja y el amarillo. La vista hacia la jungla te hará sentir que estás en un lugar seguro, aislado del mundo.
Foto: The Belize Collection
En la propiedad hay senderos ideales para salir a correr en las mañanas o para dar un paseo en bicicleta. Si te gusta la meditación , te encantará hacerlo a orillas del arroyo. Te sentirás todo un explorador al cruzar los puentes colgantes en medio de la selva. Pero, mi actividad favorita, fue cenar bajo las estrellas, al aire libre.
Los mayas de Belice
Tal vez no sea Chichén Itzá, pero aquí hay un acercamiento igual de íntimo con la cultura maya. Belice también tiene herencia de esta civilización. Los kekchi son una comunidad en el distrito de Toledo, cerca de la zona arqueológica Nim Li Punit, famosa por su estela con glifos en relieve, de 17 metros de altura (la más grande de todo Belice), sus palacios ceremoniales y su arquitectura monumental.
Prudencio Cucul, integrante de la comunidad, abrió las puertas de su casa para platicar sobre su cultura, del cacao, el cual cultiva en su terreno y emplea para preparar una bebida con maíz para recibir a sus invitados.
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El maíz, aunque no tiene tanta presencia como en México, lo usan para hacer tortillas a mano y pochitos, una especie de tamal con el que se acompaña un “caldo ceremonial”. Lleva repollo, huisquil o chayote, malanga y pollo.
Noches estrelladas del Caribe
Después de pasar una tarde en la comunidad Kekchi , hubo una cena en la cima de una de las colinas en Sleeping Giant. Los meseros hablaban sobre la posibilidad de que un jaguar saliera de la selva, pero todo era broma.
La cena fue exquisita: camarones en crema de coco, costillas de cerdo, free jacks, pasta, pastel de chocolate y vino. De haber podido, habría ordenado pizza de Don Tonito’s, uno de los restaurantes del hotel. Una noche antes, no pude dejar pasar la oportunidad de probar todas las opciones que había.
El clímax: un cielo estrellado a lo Vincent van Gogh, sin contaminación lumínica. Lo inolvidable fueron los amigos, las anécdotas, las clases de baile, la música y muchas risas.
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Guía del viajero
Cómo llegar: En Chetumal , en el muelle fiscal APIQROO, Water Jet International ofrece viajes en lancha a San Pedro por $1300 pesos, y a Cayo Corker o Caulker (otra maravilla imperdible), por $1400 pesos.
Dónde dormir : El hospedaje en Ramon’s Village va desde los 165 dólares estadounidenses (sin impuestos). No incluye comidas. En Sleeping Giant, las tarifas por habitación empiezan en los 250 dólares, sin comidas. ramons.com y sleepinggiantbelize.com
Tours guiados: El vuelo panorámico al Gran Agujero Azul va desde los 292 dólares estadounidenses por persona (incluye impuestos). Tiene una duración de una hora, y las salidas son a las 11:00 am, desde San Pedro, Cayo Corker y la ciudad de Belice . tropicair.com/es
Foto: iStock
Encuentro con los kekchi . Incluye recorrido y comida. Tarifas desde 35 dólares beliceños por persona. El contacto es directamente con la comunidad.
Tipo de cambio : Un dólar beliceño equivale a dos dólares estadounidenses. Ambas monedas son aceptadas. Te recomendamos llevar dólares estadounidenses , los cuales puedes cambiar en los aeropuertos de México .
Cuándo ir: La temporada baja es entre junio y noviembre . Sin embargo, hay altas probabilidades de lluvia y huracanes. En cambio, los meses con mejor clima son entre diciembre y mayo , ideales para nadar con tiburones o visitar el Great Blue Hole, aunque los precios aumentan.
Más de Belice : Para saber más sobre el turismo en Belice , visita travelbelize.org/es.
Curiosidades de Belice
1. Belice era una colonia de Inglaterra. Se le conocía como Honduras Británica. El 21 de septiembre de 1981 declaró su independencia.
2. Su idioma oficial es el inglés, pero también se habla criollo beliceño o kriol, así como español.
3. El tucán pico iris es su ave nacional. Este nombre proviene precisamente de su pico de colores verde, azul, rojo y naranja.
Foto: Zdenek Machácek. Unsplash
4. Posee alrededor de 103 áreas protegidas, tanto en mar como en tierra, para preservar la flora y la fauna.
5. Se dice que la canción ‘La isla bonita’ de Madonna está inspirada en San Pedro.
Foto: Meritt ThomaS. Unsplash
6. El Sistema Arrecifal Mesoamericano es la segunda barrera de coral más grande del planeta, y Belice forma parte de este. Su franja coralina es de las más sanas.
7. 100 kilómetros es la distancia entre el Gran Agujero Azul y la ciudad de Belice en tierra firme.
8. 24 inmersiones son las mínimas permitidas para bucear dentro del Great Blue Hole
9. 1971 fue el año que Jacques Cousteau exploró esta formación a bordo del Calypso.
10. 450 cayos y tres atolones hay en Belice, de acuerdo con el sitio Visit Centroamérica.
11. Según varias organizaciones, es el país centroamericano y caribeño que mejor ha conservado sus mares y selvas. El 40% de su territorio está protegido.
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