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Con una cubeta de cervezas y refrescos en el hombro, es como Zandokan Jr. recuerda sus primeros pasos en el mundo de la lucha libre.
El hoy rudo del Consejo Mundial de Lucha Libre, quien se ha convertido en uno de los estetas más seguidos de la compañía, compartió en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes, cada etapa previa al llegar al cuadrilátero como luchador profesional.
El inicio de su carrera estuvo marcado por tener que realizar algunas tareas en la arena familiar, siendo su responsabilidad favorita la de cubetero, llevando a los fanáticos todo tipo de bebidas entre cada lucha.
“Ser cubetero fue la función que más disfruté, siempre he sido un chico que no se queda quieto. Había que ir a llenar las cubetas, servir y dar cambio a los aficionados. Ahora que soy luchador y de llegar a existir la oportunidad de repetirlo, lo haría con gusto", comentó.
El tapatío, quien se enamoró de la disciplina cada semana al ver los equipos de los referentes de esas épocas, recalcó la importancia que tiene cada persona que trabaja para hacer funcionar una función. “Hacía de todo en la arena y eso me llenó de amor por este deporte, y respeto también a las personas que trabajan ahí. Todos hacemos la lucha libre, desde los que venden máscaras, la gente en taquilla y los luchadores, estoy agradecido por vivir esa etapa”.
Zandokan Jr., quien ahora tiene la oportunidad de pisar constantemente la Arena México, se dijo orgulloso al voltear al pasado y darse cuenta de que todo valió la pena.
“Soñaba con viajar de lugar a lugar. Hoy puedo pisar la Arena México, un lugar con historia y que han pisado grandes luchadores... Ahora soy uno de ellos”, finalizó.