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Mientras todos los integrantes del Paris Saint-Germain (PSG) celebraban su primer título en la UEFA Champions League en la cancha del Bayern Arena, las miradas de los asistentes se dirigieron a una particular cabecera del estadio.
Luis Enrique fue de los primeros en ver el tifo que desplegó la afición parisina. Con las lagrimas contenidas, el técnico español se limitó a aplaudir en lo alto a sus seguidores. El técnico español se lamía los labios mientras se acercaba lentamente a la cabecera para ver, con una mejor perspectiva la emotiva imagen.
En el inmenso cartel se postraba un dibujo del asturiano junto a su hija, rememorando aquella fotografía que les tomaron en el centro de la cancha del estadio olímpico de Berlín cuando celebraban el título obtenido por el Barcelona en 2015. Los aficionados cambiaron los colores de la indumentaria de Xana por los del conjunto parisino y replicaron la dorsal 8 que portaba en aquella noche alemana.
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Con la medalla colgada del cuello, Luis Enrique se dirigió a la cabecera con el resto de su plantilla que celebraba en total camaradería con sus aficionados. El español se pasó la mano izquierda por toda la frente en muestra de incredulidad ante tal gesto de los fanáticos del PSG.
"Yo no necesito una Champions para recordar a mi hija, mi hija está siempre presente", mencionó Luis Enrique en conferencia de prensa, agradeciendo el homenaje a Xana.
