El estadio Olímpico Universitario se convertirá en un coliseo romano, donde Cruz Azul y Chivas se la juegan en la vuelta de los cuartos de final de la Liguilla.
Luego de una ida sin goles que dejó a la afición con ganas de emociones, La Máquina recibe al Rebaño con la ventaja de jugar en casa y el colchón de ser tercero de la clasificación.
Un empate basta para que los de Nicolás Larcamón armen las maletas rumbo a las semis; para Chivas, es ganar o llorar en el avión de regreso a casa. El técnico celeste sabe que la localía es su “as bajo la manga”.
Uno de los héroes cementeros en el primer partido fue Andrés Gudiño, el portero suplente que tapó con las manos, pies y hasta con el orgullo, salvando balones que Kevin Mier —titular lesionado— aplaudiría desde la grada.
En el otro rincón, Armando "La Hormiga" González, el chavito goleador, se repuso de su molestia muscular y promete ser el aguijón letal rojiblanco.
Pero no todo es fiesta tapatía, ya que los antecedentes presentan un final trágico para el Guadalajara en sus últimos cinco citas contra los celestes.
¿Tocará revancha o La Máquina repetirá el guion? Lo que es un hecho es que uno de los cuatro grandes se irá con el rabo entre las patas.
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