
El 14 de marzo de 2024, los Diablos Rojos del México sorprendieron al mundo del beisbol tras concretar una de las firmas más espectaculares en su historia.
El dominicano Robinson Canó se convertía en la respuesta a las plegarias de la afición, que estaba necesitada de un campeonato más para sus Pingos. El exligamayorista llegaba a la organización capitalina con 41 años de edad y prácticamente en el ocaso de su carrera; al menos, así lucía.
Pero llegó para darle el ansiado título 17 al ahora club deportivo más ganador en México. El cetro de bateo, los jonrones y —sobre todo— el aporte en el vestuario son ya una huella imborrable en la historia de la organización. Para Juan Carlos Gamboa, tener a un auténtico monstruo de la pelota es algo que agradece.
“Tener como compañero de equipo y amigo a Robinson Canó, de verdad que es una bendición enorme”, aseguró el Haper, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes. “Desde que llegó aquí ha hecho muchas cosas muy buenas e importantes para todos”.
En el dugout de los Diablos se respetan las jerarquías. Pese a que a Canó le gusta tomar un rol protagónico y genera un gran ambiente, es consciente de que el capitán y líder de la novena escarlata es Gamboa. El sinaloense de 34 años destacó el trabajo en equipo por parte de El Jefe.
“Es un líder nato. Nos ayuda bastante en el vestuario y eso hace más fácil esta faceta que tengo ahora como capitán”, confesó.