Uno de los principales propósitos que Efraín Juárez tiene en su gestión con los Pumas, es que la histórica cantera auriazul vuelva a producir jugadores que tengan éxito, tanto en el futbol mexicano como en el viejo continente.
Desde que tomó las riendas del conjunto universitario, dos futbolistas formados en las fuerzas básicas (Pablo Bennevendo y Rodrigo López) han tenido constante actividad en su 11 titular.
Mientras que dos que se terminaron de formar en La Cantera (José Caicedo y Jorge Ruvalcaba) también son habituales en el cuadro inicial.
Sin embargo, para una institución acostumbrada a generar jugadores al por mayor, el número de canteranos es muy bajo.
Según Marco Antonio Palacios, quien creció en las categorías inferiores y se afianzó en la titularidad del primer equipo durante casi 15 años, uno de los problemas en la fabricación de futbolistas es que a los jóvenes les hacen falta “personalidad, hambre y ganas” de triunfar, porque “talento hay”.
“Se les puede dar la oportunidad, pero [deben] ganársela. Tienen que ver dónde están parados y dimensionar la grandeza de la institución, [lo que significa] la máxima casa de estudios. En nuestro tiempo, nos inculcaron perfectamente a quién representábamos y la responsabilidad que teníamos [al portar] la camisa de los Pumas”, mencionó el exdefensa, para quien los jóvenes deben atesorar la oportunidad.