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Sentado en su lujoso palco del estadio AT&T, Jerry Jones esbozó una enorme sonrisa cuando Dak Prescott encontró en las diagonales a CeeDee Lamb.
Faltaban poco más de 10 minutos por jugarse, pero el propietario de los Cowboys sabía que ese touchdown era el que aseguraba la aplastante victoria (45-10) en contra de los Commanders.
Dulce Día de Acción de Gracias para Dallas (8-3), que mantiene la ilusión de alcanzar a Filadelfia en el liderato de la División Este en la Conferencia Nacional.
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Por si fuera poco, lo hizo contra su clásico rival, que prácticamente enterró sus opciones de clasificar a los Playoffs.
Sam Howell, el explosivo quarterback de Washington (4-8), no pudo ante la casi siempre confiable defensa de los Cowboys.
En cambio, Prescott tuvo una tarde luminosa. Lanzó cuatro pases de anotación, para 331 yardas, y sin intercepciones.
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La temporada 2023 de la NFL está a punto de entrar a su etapa en la que los errores cuestan caro, por lo que la afición de Dallas se emocionó al ver a un equipo que luce sólido, sin olvidar que enfrentó a un rival que ha empezado a pensar en 2024.
Ese no es problema de los embalados Cowboys, ni de su dueño, quien disfrutó de otra agradable tarde en el Palacio de Cristal.
Sexto duelo seguido como local en el que Dallas anota 30 o más unidades.
