
Pese a ir abajo por nueve puntos al entrar al último cuarto, el Thunder de Oklahoma City demostró porque entraron como favoritos a esta serie. Remontaron el encuentro más importante de toda su campaña en el momento más efervescente de estas Finales.
Aún y con que Shai Gilgeous-Alexander no tuvo el más brillante de los inicios, mostró por qué es el actual Jugador Más Valioso de toda la liga. Finalizó con 35 puntos, y con las decisiones clave cuando todos los reflectores lo alumbraban a él. Así, equipo de Mark Daigneault se impuso a Indiana con una agónica voltereta, 111-104.
Y la razón también se explica desde dos aristas: Jalen Williams y Alex Caruso, quienes terminaron con 27 puntos y siete rebotes, y 20 puntos y cinco rojos, respectivamente. Ahí la importancia de tener buenos secuaces.
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Fue precisamente el ‘0’ de los Pacers, una de las razones del descalabro de los suyos, registró 18 puntos y siete asistencias. Aunque Paskal Siakam mostró un nivel electrizante en ambos costados de la cancha, si el base no se encuentra en su máximo nivel, el ataque navega sin rumbo y depende de destellos individuales.
Ahora, tras una cardíaca remontada, que también fue el duelo más físico de toda la llave, pues se marcaron dos faltas flagrantes sólo en la primera mitad, y con 71 tiros libres, las Finales se mudan nuevamente a Oklahoma. La ventaja de localía depende de OKC, aunque la presión de ganar el campeonato también está de su lado.
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