Los sobrevivieron este sábado a un partido durísimo y de ataques absolutamente espesos, vencieron por 87-92 a los Denver Nuggets y recuperaron el factor cancha con 2-2 en esta semifinal del Oeste.

Los de Shai-Gilgeous Alexander, que fueron el mejor equipo de la temporada regular, afrontarán el quinto partido este martes en Oklahoma.

A diferencia de sus ajustadas y dolorosas derrotas en el primer y el tercer encuentro de esta serie, los Thunder sí supieron moverse en un final apretado hasta sellar el triunfo.

No resultó nada fácil. El duelo fue una pelea callejera entre dos conjuntos con el puñal en la boca, incapaces de anotar con un mínimo de fluidez y en el que 9 puntos de Shai en el último cuarto resultaron fundamentales.

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El favorito al MVP este año acabó con 25 puntos (8 de 19 en tiros de campo con 0 de 5 en triples), 6 rebotes y 6 asistencias.

Jalen Williams no estuvo fino (10 puntos con 2 de 13) y tampoco brilló Chet Holmgren (8 puntos y 13 rebotes), pero los Thunder recibieron con los brazos abiertos la importante aportación de su banquillo: Alex Caruso (10 puntos), Aaron Wiggins (11 puntos) y Cason Wallace (11 puntos).

En los Nuggets, que solo contaron con 8 puntos de sus suplentes, Nikola Jokic terminó con 27 puntos (7 de 22 en tiros con 2 de 8 en triples), 13 rebotes y 3 asistencias. Le acompañaron Jamal Murray (17 puntos con 5 de 15) y Christian Braun (17 puntos).

Pero más allá de estadísticas individuales, lo que destacó fue el desacierto generalizado y alucinante en ambos lados con un 35,6 % en tiros de campo para Oklahoma por el 31,2 % de Denver. Los dos equipos fracasaron desde el triple con un 10 de 41 (24,4 %) para los Thunder y un 11 de 45 (también 24,4 %) para los Nuggets.

El Ball Arena de Denver es uno de esos estadios en los que la afición no toma asiento hasta que el equipo local anota sus primeros puntos. Esta tarde la tradición se hizo larga para unos fans que estuvieron de pie durante más de tres minutos hasta que Michael Porter Jr. metió un tiro libre.

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Ese fue el primer presagio de cómo marcharía el ruinoso y desértico arranque de Denver, que solo metió 8 puntos en el cuarto inicial (0 de Jokic) con un escalofriante 2 de 22 en tiros de campo (9,1 %) y un inaceptable 0 de 14 en triples.

La defensa de Oklahoma funcionó de maravilla y Denver ayudó fallando algunos tiros muy sencillos. Pero tampoco el ataque de los Thunder fue una delicia de ritmo en ese periodo en el que tan solo metieron un 6 de 22 en tiros (27,3 %) y un 1 de 11 en triples (9,1 %).

¿El resultado? Un terrible 8-17 que empató el peor registro de la historia de la NBA en puntos combinados en un primer cuarto de 'playoff'.

El desastre ofensivo de Denver y Oklahoma continuó hasta el descanso, pero los Nuggets encontraron una mina de oro en los tiros libres, con un 13 de 14 desde la línea de personal en el segundo periodo que les dio oxígeno.

Con 36-42 para los Thunder finalizó una primera parte directa al museo de los horrores de la NBA. Ambos equipos se estrellaron desde el perímetro con un 3 de 22 por bando, es decir, un 13,6 % que marcó un nuevo récord del peor acierto combinado desde el exterior en una mitad del 'playoff' desde 1998.

Shai (15 puntos) y Jokic y Braun (11 por cabeza) lideraron a Thunder y Nuggets, respectivamente.

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Denver afrontó la reanudación con más colmillo, con un 'tempo' más intenso y con un ataque más engrasado. Pero por encima de todo cambió su puntería desde el triple con un 7 de 11 en el tercer cuarto que pareció un regalo caído del cielo.

Jokic sumó 11 puntos en ese cuarto y Murray y Braun aportaron dos triples cada uno para unos Nuggets que consiguieron su primera ventaja de la tarde dándole la vuelta al marcador y que llegaron a tener un +6.

Aturdidos y atascados, los Thunder echaron de menos a Shai (solo un punto) y se aferraron a 8 de Wiggins para no despeñarse antes del desenlace (69-63).

Los dos finales apretados de esta serie habían sido dos pesadillas para Oklahoma, pero esta vez fue diferente para los de Mark Daigneault.

Los visitantes aprovecharon los minutos de descanso de Jokic para recuperar el mando del encuentro, un Caruso omnipresente se puso al frente del esfuerzo defensivo y Wallace aportó frescura en ataque.

Con +6 para Oklahoma a falta de tres minutos, resultaba difícil prever un nuevo milagro para unos Nuggets al límite de sus fuerzas y otra vez muy bloqueados (1 de 12 en triples en el cuarto periodo).

El último intento a la desesperada, con 23 segundos y -5 para los Nuggets, fue un triple de Murray que no tocó ni aro y los Thunder, con Shai al timón, consiguieron salir vivos de esta encerrona en Denver.

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