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Las Vegas fue el escenario donde el neerlandés Max Verstappen consiguió su cuarto título del mundo consecutivo en la Fórmula 1.
El piloto de Red Bull quedó en una mejor posición que Lando Norris y eso le ha permitido al nacido en Bélgica celebrar su cuarta corona en la máxima categoría del automovilismo.
El RB20 de Verstappen se mostró mucho mejor que de lo que se vio el jueves pasado en la Práctica Libre 1, y eso, más la estrategia, le permitió cruzar la meta y ver la bandera a cuadros con otro campeonato en la bolsa.
'Mad Max' fue quinto en la carrera del Gran Premio de Las Vegas, su mejor giro, tras 50, fue de 1:37.210 y aunque Lando Norris (McLaren) fue sexto con el punto de vuelta rápida, Verstappen pudo ver la bandera a cuadros (ondeada por el mismísimo Sylvester Stallone) y también su cuarta corona al hilo.
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Max se proclamó campeón en medio de una de las temporadas más complejas que ha vivido Red Bull en su historia, y esto, sin duda, le permite al equipo austriaco tener un gran respiro, en un año en que se han despedido de elementos importantes como el ingeniero Adrian Newey y en el que el auto no ha sido el mejor ni el más dominante, como sí pasó en las dos campañas anteriores.
Red Bull Racing, a pensar en el campeonato de constructores
Ya con el cuarto trofeo de Max Verstappen, las apuestas de Red Bull Racing serán pelear por el campeonato de constructores, ese en el que eran líderes hasta el Gran Premio de México y del que tendrán todavía las fechas en Qatar (que incluye Sprint) y Abu Dhabi (la última del año), para intentar la tercera corona consecutiva en ese rubro.
Mientras tanto, luego de una intensa carrera y competencia en el Strip, Max Verstappen y Red Bull tendrán mucho que festejar, al menos por todo el domingo en la también llamada ciudad del pecado.
