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Cuando se anunció la llegada de Javier Hernández a las Chivas, de inmediato se pensó en el gran gasto que tendría que hacer la directiva. Chicharito ya no está en su apogeo —por edad y lesiones—, razón por la cual no puede exigir los sueldos que llegó a ganar en Europa y Estados Unidos, aunque se supone que devengará una buena remuneración, tanto por firmar como por salario.
Mas si el Rebaño Sagrado sabe explotar el aspecto comercial, la contratación se pagará sola, será un negocio redondo, dado a que —mediáticamente— es un producto de consumo, incluso antes de debutar. “Todo esto, las notas que ha generado, es retorno de inversión para los patrocinadores actuales del Guadalajara. Chicharito está en todas las portadas, a media semana y sin jugar... El rumor movió la aguja, el retorno de inversión es directo”, insiste Armando Escamilla, especialista en patrocinios deportivos.
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La directora de marketing del club, Olimpia Cabral, indicó que —apenas con el rumor de la llegada del delantero— las ganancias en el equipo han ascendido.
“Es la gran oportunidad de las Chivas, ya que el storytelling [la historia] vende mucho. Chivas nos ha contado esta historia de una manera interesante y se entiende todo por la experiencia cinéfila de Amaury Vergara, dueño del equipo”, afirmó Escamilla.
Con todo lo que ha generado Chicharito Hernández en redes sociales, en publicidad gratis, “su fichaje se pagó o se pagará solo. Es un movimiento muy inteligente. Pueden sumarse patrocinios por todas partes, tanto en el uniforme de local como el de visita. Abres un abanico de opciones, asistencia al estadio, compras... A todas luces es autosustentable”
