Desde que llegó, Efraín Juárez demostró que uno de sus principales atributos era ser un motivador. Su energía y espíritu fueron evidenciados desde el día uno.
Su camino como timonel auriazul apenas está comenzando, pero su equipo ya muestra esa idea.
Pumas, a base de garra y de saber aprovechar las oportunidades, derrotó (1-3) al Puebla en el estadio Cuauhtémoc, aunque comenzaron el juego con ligero sufrimiento.
Los Universitarios se confiaron, tal vez por el ánimo a tope por haber ganado a media semana en el debut de Efraín Juárez, y se equivocaron en una salida que parecía ser de rutina.
Unos segundos después, Alex Padilla también pecó al abusar de su seguridad y terminó regalando un rebote que Facundo Waller no desperdició para abrir el marcador (10').
El centrocampista uruguayo estuvo atento a la jugada y apareció completamente solo en el área auriazul. El ex de Pumas no se volvió y loco y definió con demasiada tranquilidad engañando al portero mexicano.
La Franja no permitía que el visitante generara ocasiones de peligro sobre la meta de Miguel Jiménez y controló el resto de la primera mitad.
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Sin embargo, una inocente expulsión de Brayan Angulo, antes de ir al descanso, complicó que el conjunto de Pablo Guede mantuviera la ventaja en el marcador.
La acción del experimentado lateral izquierdo colombiano provocó la molestia de su director técnico. Jugar con un hombre menos siempre será más complicado.
Pumas se fue con todo al ataque, entiendo que no se podía permitir sufrir su quinta derrota consecutiva y que tenía que aprovechar la ventaja numérica.
Piero Quispe fue el encargado de igualar el marcador (58') en el inmueble poblano tras un mal desvió de la defesa local.
Como una auténtica locomotora, el peruano se incorporó al área y metió un derechazo imparable para El Wacho.
El ímpetu con el que llegó Efraín Juárez desde el día uno a dirigir al equipo que lo vio desarrollarse como profesional fue trasladado al interior del terreno de juego.
Los del Pedregal intentaron por todos los medios incrementar su ventaja para regresar a Ciudad de México con los tres puntos en la bolsa.
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Hasta que Guillermo Martínez apareció (74') para hacer válida la ley del ex y encargarse de, prácticamente, sentenciar el resultado en la capital de Puebla.
El centrodelantero mexicano se ubicó perfectamente para aprovechar un rebote del arquero de los Camoteros y no desperdició estar solo frente al marco.
Todo parecía indicar que el marcador no se volvería a mover, pero Alí Ávila también quiso hacerse presente y en el minuto 92 selló el triunfo universitario.
Pumas cortó una racha negativa de cuatro partidos consecutivos sin triunfo, de la mano de Efraín Juárez, quien se encuentra viviendo un auténtico sueño del cual no quiere despertar.