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“En la pista no hay hombres ni mujeres, sólo pilotos”, esa es la forma de pensar de Regina Sirvent, primera latinoamericana que corre en NASCAR.
Orgullosamente mexicana, a sus 22 años ha hecho mucho ruido en el automovilismo, aunque reconoció que sí ha tenido dificultades, pero ninguna que no haya podido librar.
Regina señaló que ha pasado por algunas situaciones incómodas, como que por el simple hecho de ser mujer, se pongan en duda sus logros. Sin embargo, gracias a su resiliencia y el trabajo duro siempre dejó claro que su éxito no es cuestión de género, sino simplemente de calidad en la pista.
“Hay algunas situaciones que de repente sí me tocó vivir. Me protestaron un motor cuando quedaba muy bien en una carrera, o que cuando decía que mi coche no funcionaba me preguntaban si estaba en mis días”, recordó la piloto. Pero esto no ha quedado sólo en esos incidentes: “Que te pregunten si las hormonas te están afectando o decirme que fuera a abrazar a mis muñecas, son cosas que no tenían nada qué ver con la parte de ‘soy piloto’. Eso no ha impedido que sigamos creciendo y mi familia no deja que me rinda, eso nunca pasará”, dijo a EL UNIVERSAL Deportes.
Ahora que ya está consolidada en el mundo del automovilismo, la piloto mexicana sabe que todavía tiene mucho camino por recorrer, así que su mentalidad está puesta en seguir haciendo historia y, por qué no, llegar a la máxima categoría de NASCAR para competir contra los mejores del circuito.
“Me encantaría este año buscar mi primera victoria en NASCAR México Series, estoy trabajando muy duro para en este 2025 hacer mi debut en alguna categoría nacional en Estados Unidos. A largo plazo, el gran objetivo es llegar y convertirme en la primera mujer en estar en la NASCAR Cup”, señaló una voluntariosa y alegre Regina Sirvent.
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