El equipo varonil del Club América levantó anteayer su XV Copa. Ayer, el conjunto femenil consiguió, en unos cardiacos penaltis, quedar en segundo lugar en su torneo, habiendo estado en las últimas cuatro finales y ganado una de ellas. Y, hace un par de semanas, la Sub-14 varonil se coronó.
Es para mí un enorme gusto poder darle estos triunfos a nuestra afición, sin duda, la mejor de todas. Esa afición que siempre nos sigue a través de la televisión, logrando récords de audiencia, como en la final varonil del domingo, la cual fue vista por 18.2 millones de personas en todo el país. Esa que asiste a los estadios de México e incluso Estados Unidos, como sucedió este año en Foxborough, soportando heladas. Aquella afición que sale a las calles a festejar con gran responsabilidad y nos hace ser de los equipos más seguidos, tanto en los estadios como en las redes sociales, con más de 30 millones de aficionados en nuestro país y 10 millones en EU.
Una afición que también ha acompañado al América, al convertirse en el primer club de futbol de toda América Latina en cotizar en los mercados bursátiles, siendo ellos, sus aficionados, quienes buscan la compra de acciones para ser copropietarios de su equipo. Desde nuestra salida a Bolsa, hace apenas dos meses, la acción ha subido 280%, lo que es un récord para cualquier empresa, y no sólo de la industria deportiva.
Ser un equipo campeón no es cosa fácil, ni es algo que se pueda lograr en lo individual. Sí, tenemos muy buenos jugador@s y extraordinarios director@s técnicos, pero también tenemos una gran directiva y equipo administrativo, que es fundamental para poder campeonar. También quiero agradecer al resto de los equipos de la Liga MX. El futbol que están haciendo y la pasión que traen a cada juego han contribuido, en mucho, a que seamos mejores.
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Todos somos una gran familia, en la que nos mantenemos unidos en los buenos y malos momentos. Esta afición acompaña siempre al América y es la más grande que tiene cualquier equipo en México, pero también en otras partes del mundo.
Ese sentimiento de pertenecer a algo y de amar al América, a mí me lo heredó mi padre, Emilio Azcárraga Milmo, y hoy en día es parte fundamental de la convivencia con mis tres hijos: Emilio, Hannah, Mauricio, y con Sharon, mi esposa. Esto también sucede en millones de hogares en nuestro país, donde el América une ya a varias generaciones con una pasión que se ha venido heredando de abuelos, a padres, a hijos y, ahora, a nietos.
Todos los americanistas formamos parte de una misma familia y llegar a cualquier estadio del mundo, reconociéndonos por la playera que portamos, nos acerca y une. El América es un equipo y una afición que representa también con orgullo a México, fuera de nuestras fronteras. En cada juego en el extranjero, podemos atestiguar cómo nuestros paisanos que emigraron reciben al América como “un cachito” del México que tanto quieren y extrañan.
La directiva del América es tan popular —o impopular— como el último torneo jugado. Nuestra afición, así como nos apoya, es también la más exigente. Hoy, podemos presumir que ganamos dos campeonatos, pero eso ya fue “ayer”. Hoy, estamos ya trabajando en ganar la III Copa para el equipo femenil y la XVI para el varonil.
Gracias, afición. Gracias a todos ustedes, que son mis socios y mis compañeros de equipo. Veámonos hoy en la noche, en el Estadio Azteca, para festejar al Club América y seguir construyendo juntos un equipo sinigual. El equipo y directiva, literalmente, desde mañana mismo empezaremos el camino rumbo a la Copa número XVI. Mientras tanto, unas muy sentidas ¡gracias a todos!
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