La historia rossonera de está a punto de escribirse. Y de aquí hasta el dos mil veintinueve, tiempo que durará su contrato con el AC Milán, el número que lo acompañará será el siete. Plasmado en su dorsal.

Para Giménez, este digito representa la perfección. Más aun porque, bíblicamente, carga con un simbolismo y significado espiritual; ya anteriormente, había platicado que sostiene una "gran amistad" con Dios, más tratarse de una "religión" o un "ritual".

"Estaba disponible. Lo llevaba un campeón como [Andriy] Shevchenko. Y luego en la Biblia es el número perfecto", platicó el delantero durante su presentación con el conjunto del balompié italiano.

Su llegada al AC Milán es un sueño cumplido. Y ahí, buscará dejar una huella en la historia del equipo; por lo que se comprometió a dejar el corazón en la cancha cada vez que juegue con el siete en su dorsal.

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Durante el último juego que Feyenoord jugó en la Champions League, el "Bebote" sufrió una lesión que lo dejó fuera del partido. Sin embargo, al parecer, ya quedó atrás.

"Puedo decir que salí con una fatiga en el último partido, pero hoy te puedo decir que estoy más listo que nunca", prometió Giménez.

Si el estratega del AC Milan —Sérgio Conceição— así lo decide, el "Bebote" bien podría jugar en el próximo compromiso ante Roma en la Copa Italia. Esto sería el miércoles, 5 de febrero.


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