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A casi 20 años de distancia, de aquellos niños héroes que le dieron a México su primer título mundial (Perú 2005), pocos quedan en actividad, y Efraín Juárez, parte fundamental de ese equipo, resalta que esa Selección Mexicana bajo el mando de Jesús Ramírez cambió al futbol en México, y lo hizo para bien… “A ver, antes de 2005 ¿qué se podía festejar en México? Creo que sólo la Confederaciones de 1999 con el señor [Manuel] Lapuente. Después de ese Sub-17 vino otro título en 2011, se ganó una medalla de oro en los Olímpicos [2012], un bronce [2020]. Gracias a esos ‘niños’ México se dio cuenta de que nada era imposible, que sí podíamos ser campeones del mundo”.
Ahora el futbol mexicano está sumergido en una profunda crisis por diversos aspectos, pero Juárez, quien en ese Mundial anotó un agónico gol en los cuartos de final para mandar el juego de cuartos de final contra Costa Rica a penaltis, resalta el legado: “Las generaciones recientes crecieron dándose cuenta de que sí se puede. Más allá de que no se ha mejorado como se hubiera querido, que cargamos muchos errores por las malas decisiones actuales —no se clasificó al Mundial Sub-20, a los últimos Olímpicos—, hay material, hay talento, sólo es cuestión de tenerle confianza y trabajar por un mismo objetivo. No se puede decir que no dejamos huella, el legado está ahí, nadie lo puede borrar”, aseguró.