Duilio Carrillo ha demostrado que el pentatlón moderno no únicamente se mide en medallas, sino en la capacidad de inspirar.
Para él, cada competencia es una oportunidad única de mostrar disciplina y entrega, pero también de enseñar a su hija, de apenas cuatro años, que los sueños se alcanzan con esfuerzo y constancia.
El pentatleta mexicano sabe que las victorias deportivas son efímeras, mientras que el ejemplo que deja en casa perdura. Su pequeña se ha convertido en el motor que lo impulsa a entrenar y a mantenerse firme en cada etapa de su carrera.
“Me gustaría que mi hija me recuerde feliz, haciendo lo que me gusta. Que sepa que siempre se puede salir adelante, sin importar las dificultades que se enfrenten todos los días. Hay que luchar, porque todo tiene recompensa”, mencionó.
Carrillo, quien pudo ver a su familia en las gradas de París 2024, compartió con gran emoción la bendición de tenerlas cerca: “Ese momento, el hecho de que me viera en acción, es un gran recuerdo para los dos. Me llena el corazón escuchar sus porras”. Leobardo Vázquez H.
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