Othón Díaz Valenzuela, presidente ejecutivo del México, destaca el nivel que ha alcanzado la en los más recientes años, posicionándola como un circuito de alto nivel, con peloteros que compiten con los mejores del mundo.

“Hoy, Diablos Rojos ya es una empresa pública y tener a jugadores de 600 o 700 mil pesos de salario neto es muy relevante, y esto es mensual”, aclara. “Las estrellas que estamos pudiendo traer están ahí en la línea, en la rayita de irse a Japón o poder tener una oportunidad en las Grandes Ligas”.

Uno de los mayores retos en el beisbol mexicano es convencer a los jugadores de que se queden en la Liga, en lugar de buscar oportunidades en el extranjero.

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El directivo compartió el ejemplo del pitcher Trevor Bauer, quien decidió quedarse en México, a pesar de tener ofertas económicas más atractivas: “Trevor Bauer eligió quedarse en México, y no sólo por lo económico, sino por el cariño que la gente le brindó. Eso es lo que buscamos aquí, hacer que los jugadores se sientan como parte de la familia Diablos Rojos”.

Para el presidente ejecutivo de los Pingos, la LMB está viviendo un momento de oro, gracias a la llegada de peloteros internacionales con gran nivel, lo que la hace un destino atractivo.

“Estamos viviendo una gran época. Se habla de cuando estuvo por aquí Babe Ruth, o cuando traían a todos aquellos jugadores de las Ligas Negras, que también tenían un gran nivel, pero no podían jugar en Grandes Ligas”, recuerda. “Fue ahí cuando se habló de una época de oro, pero hoy, el nivel que tenemos, las llegadas de Trevor Bauer, de Robinson Canó, están poniendo a la Liga Mexicana en una era muy diferente”.

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