Los mexicanos que son amantes de la velocidad tienen muchos motivos para ilusionarse con la primera visita de la Nascar Cup Series al país en junio próximo. El principal atractivo será sin duda ver competir en casa a , piloto de la escudería Trackhouse Racing.

El competidor regio de a poco se ha hecho de un nombre en uno de los deportes más seguidos en Estados Unidos. Más de uno pensaría que el mexicano la tuvo fácil, pero fue todo lo contrario, debido a que tuvo que afrontar varios obstáculos en su carrera.

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¿Qué batallas libró Daniel Suárez en Nascar?

Luego de que se convirtió en la principal figura de Nascar México Series, Daniel Suárez decidió emprender el viaje a la Unión Americana para competir en la máxima categoría y codearse con los mejores.

Sin embargo, al ser prácticamente un desconocido, tuvo que picar piedra para ir ganándose el respeto de sus rivales y escalar hasta la Nascar Cup, donde compite lo mejor de lo mejor.

El piloto regiomontano se tomó un tiempo para recordar sus inicios en el automovilismo, donde contrario a lo que todos piensan, viene de una familia humilde alejada de ese deporte que es sabido es bastante costoso practicarlo si no se tiene un patrocinador, pero al final lo impulsaron para que alcanzara sus sueños.

“Yo no vengo de familia de carreras, ni de dinero, ni nada. Para mí, fue más difícil poder meterme al automovilismo porque es muy caro, además yo no tenía ni un papá, tío o abuelo que me dijera ‘por aquí tienes que ir’”, comentó Daniel Suárez.

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Suárez recordó cómo fueron sus primeros años en Estados Unidos, país al que llegó sin nada y sin hablar el idioma. Por momentos lamentó no haber tenido accesos a escuelas donde le enseñaran inglés o haber crecido con carencias. En este punto de su vida, lo ve como una motivación extra, debido a que vivió en carne propia lo que tienen que atravesar todos esos mexicanos que cruzan de manera ilegal la frontera en búsqueda de una mejor vida.

“Cuando me vine para acá fue muy difícil, porque no hablaba inglés y no conocía a nadie. Es chistoso porque hace 10 años cuando me vine yo siempre pensé ‘que mala suerte tuve que crecí en una familia muy humilde, fui a escuela de gobierno y no pude aprender inglés’. Tuve que batallar para aprender y conocer gente.

“Siempre pensé ‘que mala suerte’, como fui creciendo y ganando cosas, me die cuenta de que esa mala suerte fue lo mejor que me pudo haber pasado, porque eso me conecta con la gente, especialmente con la gente de México que está en Estados Unidos, que llegan igual sin hablar inglés”, señaló Daniel Suárez.

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