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Fueron cinco años de espera, pero este fin de semana el Gran Premio de China se volvió a presentar entre las fechas del calendario de la F1 y vaya que fue entretenido su regreso, no sólo por tener Sprint, sino por todos aquellos momentos que en 56 vueltas se vivieron esta madrugada de domingo.
Por un lado, Max Verstappen logró una nueva victoria, en un circuito en el que no había ganado; el neerlandés ganó la Sprint, fue el Pole Man y se adjudicó el primer puesto de la carrera larga.
Del otro lado, Checo Pérez, que perdió con Fernando Alonso en la largada el segundo puesto, pero que rápido lo recuperó.
Al mexicano le afectó la doble parada de Red Bull, pues le hizo salir con tráfico y este le obligó a pelear en la recta final por el tercer lugar ante Charles Leclerc (Ferrari) y, de paso, permitir a Lando Norris (segundo en la carrera), alejarse de ellos dos para quedarse en el sitio de plata.
Este evento en Shanghái vio los abandonos de Valtteri Bottas (Sauber), Daniel Ricciardo (RB) tras ser impactado por Lance Stroll y el de Yuki Tsunoda (RB).
Todo esto hizo que llegarán dos Autos de Seguridad, casi seguidos, y que llevó a "acortar" las vueltas por disputar de la competencia.
El cuarto puesto fue para Charles Leclerc y el quinto para Carlos Sainz, ambos de Ferrari.
Eso sí, día muy especial para Guanyu Zhou, que corrió por primera vez en casa, y pese al resultado (sitio 14), agradeció a su escudería por cumplir ese sueño y más tarde, lloró ante la tribuna que no dejó de apoyarlo en cada momento.
Así la F1 deja Asia, para ir a América del Norte en 15 días con el Gran Premio de Miami.