Los dos años que Red Bull le dio como extensión de contrato a Sergio Pérez no son casualidad.
La decisión de mantener al piloto de Guadalajara en la escudería austriaca está basada en cuatro destacados puntos: Trabajo, resultados, rendimiento y exposición, los cuales ha cumplido.
La relación del equipo con el mexicano se ha alargado hasta 2026, entre movimientos al interior del propio equipo de la bebida energética y cambios en la Fórmula 1 que se vivirán en estas temporadas.
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Para los directivos del equipo, Pérez es el engrane ideal, por su buena química dentro y fuera de la pista con Max Verstappen.
También por su desempeño y adaptación sobre los distintos bólidos que le han permitido ganar, ser el más rápido y sumar importantes puntos año con año. Además, claro está, del fuerte impacto comercial que provoca su imagen y —sobre todo— porque lo consideran el más capaz para ocupar ese asiento lleno de tensión.
“La continuidad y la estabilidad son importantes para el equipo, y tanto Checo como Max son una asociación sólida y exitosa”, destacó Christian Horner, director de los Toros Rojos, quien es uno de los personajes que más ha dado respaldo al número 11 en la parrilla.
El ejecutivo confesó que era el momento clave para confirmar su alineación para las siguientes temporadas, luego de los rumores y señalamientos que se hicieron en las últimas semanas sobre el puesto de Pérez en el equipo, ya que se dudaba de su continuidad.
“Ahora es un momento importante para confirmar nuestra alineación y estamos muy contentos de seguir trabajando junto con Checo”, apuntó Horner, quien en sus redes sociales señaló estar “encantado” por la permanencia del tricolor en sus filas.
