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Pareciera que son pocos años, pero desde que el Gran Premio de China se alejó del calendario de la Fórmula 1 —a causa de la pandemia de Covid-19—, muchas cosas han sucedido en la categoría reina.
Fue en 2019 cuando se corrió por última vez en el Circuito Internacional de Shanghái; entonces, Lewis Hamilton peleaba por su sexto campeonato del mundo (que consiguió a finales de ese año), Mercedes era el equipo dominante y el español Fernando Alonso se encontraba en su breve retiro de la F1.
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China fue el epicentro del coronavirus. Aquel país puso en marcha un protocolo que buscaba reducir los contagios, y esto obligó a una pausa al Gran Premio, misma que comenzó en 2020 y duró cuatro temporadas, más allá de los intentos del comité organizador chino por regresar al calendario.
Ese 2019, en el que —sin saberlo— China se despedía temporalmente, el ahora tres veces campeón Max Verstappen apenas tenía en sus registros cinco victorias en el Gran Circo.
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Por su parte, el mexicano Sergio Pérez era parte de la escudería Racing Point (ahora llamada Aston Martin), con ocho podios desde su ingreso a la máxima categoría y sin conocer todavía el sabor del triunfo. El nacido en Guadalajara ya había pasado por Sauber, McLaren y lo que antes era Force India.
Además, esa campaña de 2019 tuvo como rookies (novatos) al tailandés Alexander Albon, así como los británicos Lando Norris y George Russell.
El Gran Premio de China está de regreso. Reaparece este fin de semana, con todo y carrera sprint, por lo que equipos y pilotos tendrán mayor atención, al sólo tener disponible una sesión de entrenamientos.
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