Esa amable y tierna personalidad que transmite Andrés Muñoz fuera del diamante cuando rescata gatos de la calle o sonríe y atiende a los fanáticos de Seattle, se transforma al subir al montículo.
El oriundo de Los Mochis trata de verse rudo y pelear de tú a tú contra cualquiera bateador que se le ponga enfrente; sin embargo, atrás quedó un hombre “nervioso y asustado”.
“Muchas veces estoy hasta asustado, nervioso cuando caliento. Podría sonar raro, pero ya cuando entro al campo es ‘soy mejor que ellos’. Me enfoco en ser consistente”, declaró en una videoconferencia para medios nacionales.
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El Plebe suma 19 salidas, 13 salvamentos y un impresionante promedio de carreras limpias de 0.00. Números que ilusionan al de Sinaloa rumbo al Clásico Mundial de Beisbol y que lo tienen como uno de los mejores cerradores de las Grandes Ligas.
Muñoz ha evolucionado en su vida y en su carrera. Ahora, con los Mariners, revela su secreto: Escuchar y atender su cuerpo.
“Comer saludable. Antes no le ponía atención a eso, a hidratarse bien para estar al 100. Son cosas muy importantes, aunque luego no lo creamos. Es tu motor. Son cosas a las que antes no les ponía atención y ahora atiendo más a mi cuerpo”, explicó el diestro.
“Antes tal vez hacia gimnasio a lo loco, hoy hay mayor tecnología y todo eso nos ayuda. Pero eso es lo principal, cuidar mi cuerpo y no pensar tanto en el futuro ni quedarme en el pasado”, agregó.
Judge y Ohtani imponen en la caja de bateo
Andrés Muñoz está tirando lumbre desde la lomita. Su temporada de Grandes Ligas con los Mariners está siendo espectacular y parte del éxito está en controlar la adrenalina, los nervios y transformar todo por enojo.
“Yo intento dar miedo, pero la verdad que para mí es llegar y dar lo mejor en cada lanzamiento. Trato de cambiar los nervios por enojo, no siempre se puede, depende la situación y adrenalina del momento. Debe haber control. Creo que eso lo he ido agarrando con el tiempo y experiencia”, explicó.
El Plebe no ha cambiado sus spikes, siguen siendo los mismos, “ya hasta tienen un hoyo”, pero todo sea por mantener la cábala que sigue sumando para brillar en la lomita.
Pero también hay ocasiones en las que debe subir por más intimidado que se sienta.
(Aaron) Judge intimida cuando se mete a la caja de bateo. Hay que tenerle respeto a todo el mundo, pero sí, cuando se para él o (Shohei) Ohtani, cambia un poco la cosa”, concluyó Muñoz.
