La flacidez, falta de tonicidad en el rostro o líneas de expresión son las principales causas por las que, en un momento de nuestras vidas, decidimos acudir con un experto para someternos a algún tratamiento .

Es válido que algunas deseen realizar cambios más drásticos, pero la mayoría no quiere cambiar su rostro, su identidad, sino simplemente sentirse bien con su piel, y que ésta se vea más firme, luminosa y sana… sin mayores transformaciones.

Esa es justamente la promesa del que está sonando cada vez más fuerte entre dermatólogos, clínicas estéticas y celebridades.

¿Salmón para la piel? Te lo explicamos

El nombre que más llama la atención es el de su origen: esperma de salmón. Pero tranquila, no se usa literalmente. Lo que se extrae son polinucleótidos, compuestos regeneradores que provienen de las gónadas de trucha asalmonada, y que han demostrado tener un impacto profundo en la calidad de la piel, según los expertos.

La doctora Lorena Botello, especialista en medicina estética de la Clínica Perfect Skin, lo resume así: “Es un tratamiento que ayuda a que tu piel trabaje para sí misma. Estimula las células que producen colágeno, mejora la hidratación, la elasticidad y la microcirculación. No cambia tus rasgos, simplemente mejora lo que ya tienes”.

El tratamiento con salmón estimula las células que producen colágeno. Foto: Freepik
El tratamiento con salmón estimula las células que producen colágeno. Foto: Freepik

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¿Cómo se aplica el tratamiento con salmón?

Sí, son microinyecciones, aplicadas de forma superficial en la dermis (como una mesoterapia). El tratamiento con salmón es ambulatorio, con anestesia tópica, y se puede aplicar en cara, cuello, escote o manos.

El número de sesiones depende de la piel, pero suelen recomendarse de 2 a 3 aplicaciones, con refuerzo cada 6 a 12 meses.

Se logra mayor firmeza y elasticidad. Foto: Freepik
Se logra mayor firmeza y elasticidad. Foto: Freepik

¿Cómo funciona?

A diferencia de los rellenos o procedimientos más invasivos, este enfoque se basa en la medicina regenerativa, que busca reactivar lo que la piel va perdiendo con el paso del tiempo (sin volúmenes artificiales ni expresiones congeladas).

Entre sus beneficios más destacados se encuentran:

• Mayor firmeza y elasticidad.

• Hidratación profunda y textura más suave.

• Mejora de cicatrices y líneas finas.

• Acción antioxidante y reparación del daño solar.

¿Lo mejor? Es un tratamiento versátil, que puede adaptarse a distintas edades y tipos de piel. En mujeres de 35 a 45 años funciona como un impulso preventivo o correctivo, dependiendo de las necesidades.

Si 2024 fue el año de hacer menos, pero mejor, 2025 está apuntando a regenerar sin transformar. Y sí, aunque el el concepto “esperma de salmón” no suene tan glamuroso, sus resultados lo son.

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