La cantante y compositora Iraida Noriega presentará un repertorio en el que ciertos clásicos de la tradición cubana y mexicana se unen con el jazz. Un repertorio de canciones o arreglos originales, en su caso, que presentará este domingo 1 de diciembre, a las 18 horas, en el Teatro Legaria y que bautizó con el nombre de “Ríos” para aludir a una herencia cultural que lleva en la sangre:
“Estas tradiciones me vienen de una manera natural en la narrativa familiar. Lo demás es el propio trabajo, lo que he sembrado como músico en los estudios y en las prácticas como arreglista y compositora. Por eso el concierto se llama Ríos. Lo pienso como una herencia, como el río que viene bajando de la montaña, donde uno se trepa y que finalmente va a dar al mar. Un inmenso mar en el que todas las aguas se juntan. En otras palabras, es seguir, de manera orgánica, ese cauce donde coinciden las sonoridades”, explica, en entrevista Noriega.
Cuenta que es hija de madre cubana (Esperanza Rodríguez) y padre mexicano (Freddy Noriega): “Una ya es la consecuencia del cruce de esos ríos y parte de ambos. Son ríos que vienen con mucha música, en el sentido de que mi papá fue músico y mi abuela materna fue cantante en Cuba; de ambos lados viene una herencia melómana”.
Si bien, la cantante interpretará canciones mexicanas de importancia indudable, como la “Serenata huasteca” y “La malagueña”, lo interesante, dice, la incorporación de temas que vienen del lado de la tradición mexicana o cubana, “sino realmente venir a escuchar la reinvención de estas canciones desde la integración con el jazz, los arreglos, los planteamientos armónicos y rítmicos, la interpretación del trío, el fabuloso trío con el que toco, que es Roberto Blanco en el piano, Israel Cupich en el contrabajo y Tavo Nandayapa en la batería; cada uno de ellos son músicos importantes en la escena del jazz. Ahí viene lo jugoso y lo bonito”.
Pone como ejemplo, también, la presentación de canciones icónicas como “Palabras”, de Marta Valdés, y “Dos gardenias”. “Hay uno que no es necesariamente un compositor cubano, pero sí es caribeño, puertorriqueño, Rafael Hernández, autor de la canción Capullito de Alelí. El resto del programa son temas míos y ahí es donde siento que se da la convergencia máxima”, continúa.
Temas, de los que dice, hablaría de una autoría de forma entrecomillada porque hay cierto bagaje que los atraviesa: de la poesía de Jaime Sabines y la estructura de las décimas al landó, que es un ritmo afroperuano, o una noción de armonía proveniente del latín jazz cubano.
“También hay un tema que vamos a tocar que se llama Caracolito y le dio título a un disco que saqué en 2012. Es un tema que nace en Oaxaca y tiene toda esta sonoridad de las tamboras oaxaqueñas, pero nuevamente se mezcla con la armonía jazzera. Ahí se va dando este tejido mucho más prístino en la apuesta o la oferta de la composición original”.
En el concierto “Ríos”, Noriega marca un momento en su carrera que podría describirse como una escala, una parada. La primera mitad de 2024, ella estuvo tocando junto a sus colegas el material de “Nueva estación”, que el año pasado se subió a plataformas; ahora, le sorprende la invitación afortunada para participar en el Festival Internacional Jazz Plaza en Cuba en enero de 2025: “Todo esto propicia hacer una nueva parada para revisitar qué es lo que quisiéramos compartir y platicar en esta narrativa de visitar la isla”, concluye.
Los boletos se pueden conseguir en la plataforma de Boletópolis.