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Es un honor y un gusto participar en la celebración del trigésimo segundo aniversario de la Fundación UNAM y poder colaborar con esta breve reseña de nuestra visión de la Universidad desde la posición que ahora nos ha tocado desempeñar.
Actualmente ocupo el honroso cargo de presidente del Club Pumas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y esta oportunidad me permite refrendar su objeto social consistente con el mandato de la Máxima Casa de Estudios de fomentar el progreso del deporte, impulsando la práctica y desarrollo del mismo en beneficio de la juventud; por ello es una responsabilidad que nos impone trabajar para alcanzar esos fines en favor de la actividad física.
Con el tiempo, Pumas se ha consolidado como uno de los equipos grandes del futbol mexicano por sus logros deportivos y por el número de seguidores que creció a la par de la escuadra (ocupa el cuarto lugar en el número de seguidores en todo el país, según la encuesta 2025 de Consulta Mitofsky), quienes muestran su pasión y pertenencia al Club, identidad que asumen con los colores o, mejor dicho, con la epidermis vibrante al sentir “la piel dorada y el corazón azul”.
La historia y legado de nuestro querido equipo Pumas de futbol profesional no sólo involucran a nuestra comunidad universitaria, pues van más allá de la Universidad y del balompié nacional; hablan de una mística y filosofía única que permea en la sociedad mexicana. En las siete décadas de vida se han venido forjando y consolidando los principios que distinguen al Club y que se nutren de los ideales que emanan de nuestra Máxima Casa de Estudios, con episodios históricos basados en la sana competencia, la responsabilidad, la confianza y la solidaridad en el deporte. La escuadra lleva el conocimiento de la UNAM a las distintas plazas del país en que se presenta, así como los valores universitarios: compromiso, honestidad, humildad, respeto, confianza, tolerancia, bondad, solidaridad, justicia, amistad y libertad; y tiene como huella digital su coraje, su tesón, su perseverancia.
Durante este tiempo, futbolistas se han formado para la vida tanto en el equipo como en nuestras aulas. Una realidad inobjetable de que el conocimiento científico, educativo y cultural de la Universidad está presente en las entrañas de la cantera auriazul. Hoy tengo el orgullo de compartir que contamos con jugadoras y jugadores cursando el bachillerato o una licenciatura en la UNAM, en su mayoría en modalidad a distancia. Esta función nos identifica con los objetivos de Fundación UNAM de apoyar a los jóvenes en sus estudios y, de esta manera, hacer posible la cristalización de sus sueños de gozar de una educación superior.
El perfil del equipo Pumas comenzó a forjarse desde sus inicios al ser una institución pionera en la formación y desarrollo de futbolistas, a la que orgullosamente hoy llamamos “la cantera universitaria”. Es una organización que confía en sus procesos y brinda oportunidades de crecimiento personal y profesional a las y los jóvenes, atendiendo su compromiso de proyección social. Otro motivo de enorme orgullo es el surgimiento del primer equipo femenil de Pumas hace siete años, el cual, desde entonces, ha tomado fuerza y acumula grandes experiencias, con jugadoras enfocadas en cumplir sus sueños, en romper “el techo de cristal”.
Crecí siendo Puma, acompañado de sus grandes momentos de gloria, aunque también de sus etapas difíciles, ambos una fuente de inspiración para seguir adelante, lo que caracteriza a nuestro equipo y que ha sido adoptado por millones de personas que visten alegres sus emblemáticos colores azul y oro, y transmiten su orgullo por lo que significa su hermoso escudo, que representa a la Universidad, al deporte universitario, a la docencia, a la investigación y a la difusión de la cultura. Uno de sus símbolos mayores de identidad es ser de Pumas.
El Club Universidad Nacional está comprometido con los valores universitarios y las causas sociales, ya que son parte integral de nuestra responsabilidad con la comunidad universitaria y con nuestro país para construir un México mejor, lo que nos identifica con la gran labor que realiza la Fundación UNAM en apoyo de miles de alumnos para que lleven a cabo estudios universitarios, para lo cual requiere, a su vez, de donaciones solidarias de todas las personas que forman parte de nuestra Alma Mater.
Presidente del Club Universidad Nacional
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