Hace diez años, Ópera Portátil nació de una intención simple, directa: las ganas de presentar sus propias historias desde la música, la composición, el canto y la representación escénica, cuenta José M. Delgado, quien es director artístico de la compañía junto a Catalina Pérez: "Ese fue el deseo original a través del cual nos movimos por cielo, mar y tierra para ver cómo llevarlo a cabo. Entonces, una década después ya estamos más curtidos en lo que significa hacer un montaje, armar un equipo, buscar un foro e insumos necesarios para llevarlo a cabo; digamos que después de 10 años ya sabemos cómo funciona una compañía. Esto no quiere decir que no siga siendo una exploración única y un reaprendizaje en la escritura y montaje de cada nueva ópera o espectáculo operístico que hagamos".
Una primera década de vida que el grupo celebra con la residencia "De óperas y otras criaturas", a la que conforman el montaje de seis producciones, una muestra, mesas de debate y talleres. Entre las seis producciones está la reposición de cuatro óperas infantiles: "Apoidea", que es su primera obra, "El día que María perdió la voz", "Las luciérnagas no vuelan" y "De grillos y chicharras", así como dos producciones nuevas: "Iluminaciones", adaptación de "La vida es sueño" , de Pedro Calderón de la Barca, y "Sueños de ópera", retrospectiva de la trayectoria del grupo.
Se autodefinen, dice, como una compañía que ha desencorsetado la ópera: "También hemos dicho que somos una compañía de ópera muy cercana al teatro infantil porque tenemos una producción de óperas infantiles grandes y nuestro medio principal ha sido el teatro más que las salas de ópera. En resumidas cuentas, somos una compañía que produce óperas contemporáneas y que ha desencorsetando el formato".

"A nivel conceptual hay ciertas ideas que nos siguen desde el día uno. Son ideas que nos resuenan y sobre las cuales queremos expresarnos. Desde la primera ópera que hablaba del libre albedrío y del destino hasta nuestras últimas, como Sueños de ópera, que escribió Catalina Pereda y trata también un poco del destino y de cómo llegamos todos aquí; e Iluminaciones, que yo concebí, digamos, escribí la música, trata de cómo la vida que uno espera e imagina va cambiando y enfrentándose a realidades y mundos que uno se crea", continúa Delgado y explica que en cuanto a los conceptos y las ideas que los atraen no ha habido cambios sustanciales.
"Me siento mucho más libre para comprender lo que debe ser una ópera, cómo concebir la música, la estructura y la forma original de cualquier ópera; qué tanto puede ser simplemente una expresión lírica de una idea que queremos transmitir. Es decir, el formato es lo que se ha vuelto mucho más abierto y elástico. Entonces, si ves nuestras primeras óperas, quizás te encontrarás con una obra más tradicional, con un planteamiento, un desarrollo, un final, una abertura, duetos, arias y una conclusión con todo el mundo cantando. Con los años y con los proyectos, quizá las necesidades específicas de cada proyecto fueron adaptándose y mutando a algo un poco distinto, otros formatos, como el videoensayo operístico o la obra teatral operística".
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Lo más probable es que el cambio experimentado por la agrupación haya sido hacia el formato operístico, sus vías de acercamiento, agrega.
Como parte de esta celebración, que empezó el 22 de febrero y terminará el 23 de marzo en El Galeón del Centro Cultural del Bosque, se montará una muestra en el vestíbulo del teatro con bocetos, partituras, fotos, vestuarios y documentos sirven para trazar la creación de las obras que conforman la trayectoria de Ópera Portátil.
melc