Después de su ratificación como director del (INAH), señala que está dispuesto a dialogar con los grupos opositores que han rechazado su permanencia en el cargo, y agrega que todos los miembros de la institución que dirige tienen derecho a opinar y expresar críticas y señalamientos.

Prieto, quien ha permanecido como titular del INAH desde 2017, celebra el aumento de mil 500 millones de pesos al presupuesto de 2025 del Instituto, el cual será dirigido a aspectos clave: mejora del sistema educativo del INAH, mantenimiento de la plantilla de trabajadores actuales y de museos y zonas arqueológicas.

En entrevista con , Prieto da más detalles sobre el presupuesto del INAH para 2025, los pendientes del Tren Maya, la protección a trabajadores de campo, la colaboración con instituciones culturales del extranjero y su permanencia en el puesto.

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Aborda también otros temas, como el del Patronato del INAH, el rechazo a que funcionarios o personas privadas realicen fiestas o eventos en museos o sitios declarados como monumentos del país; y opina del caso del arqueólogo Fernando Cortés de Brasdefer, quien enfrenta un proceso en el Órgano Interno del INAH por revelar información confidencial en relación con el salvamento arqueológico en el Tren Maya.

Foto: Fernanda Rojas | El Universal
Foto: Fernanda Rojas | El Universal

¿Ya se definió el proyecto del INAH para 2025? Se dijo que el foro recientemente convocado con la comunidad era para trazar el camino del Instituto.

Sí, bueno. El foro no era algo resolutivo, por eso se tituló “Caminos abiertos”, porque fue para deliberar opiniones y ejes. Hubo compañeros que llamaron a no participar, decían que todo era una simulación, pero no es así. Claro que hubo críticas y señalamientos en el foro, de compañeros que no son afines a los ideales al gobierno actual. Incluso se dijo que el INAH sufre un desmantelamiento, y respeto esas opiniones, aunque no las comparta. Lo que concluimos fue que el INAH necesita una política consistente para la investigación con impacto social, mejoras en nuestras tecnologías de trabajo y metodologías para la conservación de patrimonio. También se habló de la necesidad de hacernos cargo de los rezagos por la falta de mantenimiento y la atención a las escuelas del INAH.

¿Y ya tienen un plan para apoyar al personal eventual?

Sí, ahora no haremos más contrataciones, estamos trabajando en que no se reduzca al personal que ya tenemos. Y estamos trabajando en la generación de un mecanismo, tal vez transitorio, porque no podemos basificar aún por cuestiones de Hacienda. Este mecanismo no aumentará sueldos o prestaciones, pero reconocerá su antigüedad y les asegurará la renovación de su contrato, que estos trabajadores ya no teman que no serán recontratados una vez se venzan los contratos. Eso ya lo estamos concluyendo, por ejemplo, en el caso de los profesores de asignatura de la ENAH. Para los demás, lo seguimos trabajando con Hacienda.

Sobre asegurar a los trabajadores, ¿se tiene ya pensado en apoyar a los investigadores en campo? Hay zonas donde es inseguro trabajar por el crimen organizado.

Necesitamos profesionalizar protocolos para ese tipo de casos, sí. No hemos tenido situaciones así de fuertes, secuestros o retenciones. En 2017 tuvimos un caso en Guerrero en que retuvieron a dos compañeros arquitectos, los retuvieron y fue una angustia terrible, afortunadamente logramos que los dejaran ir ilesos. Espero que la seguridad mejore en el país, pero independientemente de eso, tendremos protocolos correctos para ese terreno, para cuidar a nuestros académicos. El INAH es una institución cercana a las comunidades, no es un instituto de escritorio.

El aumento en el presupuesto al INAH. ¿Qué frentes se atenderán con esos recursos?

Lo primero será atender a los trabajadores. No todo será para eso, pero ya se ha previsto que 500 millones serán para el capítulo 1000, el de servicios personales. Para mí, eso es de lo primero, y asegurarnos que las cosas alcancen. Y atenderemos los servicios básicos de limpieza, incluido el famoso y bien ponderado papel de baño, los servicios de luz, agua, comunicaciones y los soportes informáticos.

¿Y las escuelas?

Sí. Otra parte clave será destinada a las tres escuelas del INAH, lo seguimos platicando con la secretaria, para mejorarlas, y otra para atender necesidades de mantenimiento de toda la infraestructura, en particular de museos y zonas arqueológicas. Otra parte importante es que el presupuesto original y el agregado será mejorado con nuestros autogenerados, estamos platicando incrementarlo con varias vías. Ese ingreso autogenerado fortalecerá la investigación y tareas de acción de conservación.

Algunas piezas prehispánicas viajaron al Museo Louvre Abu Dhabi. ¿Se pagó en especie por el préstamo o cuál fue el acuerdo?

No, el acuerdo con ese museo fue el pago con un proyecto en campo mexicano, sufragar proyectos que nos ayuden a compensar las limitaciones de presupuesto. Acordaremos con el museo qué proyecto será el elegido para que se desarrolle, tal vez uno arqueológico, o que nos habiliten algún monumento a nuestro cuidado y que no hemos podido habilitar. Pongo de ejemplo el Exconvento de la Merced, que es muy bello, pero no tiene instalaciones ni calidad de recibir visitas, en eso nos podrían sufragar. Nunca se paga dinero, nos oponemos a cualquier transacción de ese tipo que lucre con el patrimonio.

Otro tema que trascendió fue la renta del Museo de Antropología para eventos privados. ¿Qué sucedió en ese caso?

Eso fue una cosa espuria. En los museos (del INAH) tenemos reglas muy claras, no se hacen fiestas particulares, no se hacen eventos partidistas, no se hacen actos de campaña electoral ni eventos religiosos. Nunca he autorizado un evento privado en museos del INAH.

¿Ya finalizó la compra de terrenos en zonas arqueológicas aledañas al Tren Maya?

Lo de la compra de terrenos es un pendiente que sigue. Están pendientes de adquisición Ichkabal y Mayapán, pero ya esperamos concretar pronto. Uxmal es otro pendiente, no hemos podido llegar a un acuerdo con el propietario, Fernando Barbachano. También falta una parte de Toniná. Aún siguen pendientes los análisis de las piezas recuperadas en los salvamentos y las aperturas de los CATVIs. Destinaremos recursos a los museos del Tren Maya y a los CATVIs en 2025, hay que operar, ya tuvimos al niño y debemos darle de comer.

Ante los grupos opositores que no lo aprueban, ¿cómo pretende unir al INAH?

No, pues yo estoy dispuesto a platicar con todos, aunque les caiga mal o les parezca que no soy buen director. No soy presuntuoso, pero creo que le hago bien al INAH. Estoy convencido de que el país necesita unidad y continuar con la transformación, de hacerle frente a la crisis civilizatoria que tiene en la miseria a la tercera parte de la población del mundo. Seguiré llamando al diálogo y procuraré el bien común, aunque sean adversarios, aunque les caiga un poco gordo. Al rato se les pasa (ríe).

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Sobre la unidad... Fernando Cortés de Brasdefer lo acusa a usted de venganza política. ¿Usted está buscando cesarlo?

No, yo no estoy buscando vengarme. Si se tratase de algo político, él no representa nada políticamente, sólo es un compañero más. Hay un tema ahí, en el que se asumen conductas que tipifican un cese, de acuerdo con las Condiciones Generales de Trabajo, en este caso, injurias contra los demás compañeros, y está el tema de poner en riesgo información sensible de investigaciones no publicadas. De eso se levantó un acta. Al inicio, el sindicato dijo que el compañero Fernando le pediría disculpas a Manuel Pérez Rivas (responsable del salvamento en Tren Maya), por difamación. Pero al final dijo que no y se levantó el acta. El Tribunal de Conciliación y Arbitraje está analizando el caso, pero no lo hemos cesado, se podría haber instruido un cese directo, pero no ha pasado. El Consejo de Arqueología ya afirmó que no hubo destrucción de patrimonio en el Tren Maya. Entonces lo que le toca a Fernando es ventilar sus defensas, que junte gente para protestar. Es un tema que ya se mediatizó. No sé si se gane o pierda el caso, depende del Tribunal, pero que prepare su defensa. Nadie quiere afectar a nadie en el INAH.

Y ahora, si afirma que hay destrucción, que presente sus pruebas, que haga una denuncia penal, con peritajes y pruebas, pero no lo ha hecho. No es una venganza, pero los mejores arqueólogos del país me han dicho que él no es un buen arqueólogo, no es que me caiga mal, se victimiza, me dieron esa referencia.

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