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Esta tarde arrancó el IX Encuentro Libertad por el Saber organizado por El Colegio Nacional, con el tema del agua como eje de todas las conversaciones.
La primera mesa fue encabezada por el biólogo José Sarukhán, quien indicó que uno de los principales problemas del mundo alrededor del agua es la captación de este recurso a través de la lluvia.
José Sarukhán explicó que uno de los principales problemas que afecta la captación de agua es la deforestación de las cuencas que absorben el agua, ya que, sin árboles, el proceso de captación no se realiza de forma correcta en cuencas y manglares.
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“¿De dónde viene el agua? No viene de las presas, viene de los bosques”, indicó el investigador, y señaló que en los últimos milenios se ha perdido una enorme cantidad de procesos de captación del agua.
“Lo que hacen los árboles es parar los golpes de las lluvias intensas y dejar que escurra por los troncos y se vayan a la profundidad del suelo, y esto alimenta los manantiales, los acuíferos, los ríos, los lagos, de donde obtenemos el agua. Los árboles son los reguladores de que podamos captar esa lluvia”, explicó.
Señaló la enorme pérdida de árboles en México y el mundo, y apuntó que la pérdida de biodiversidad afecta de manera grave los ecosistemas y, con ello, la regulación del agua. “Grandes civilizaciones desaparecieron por la pérdida de suelos y de capacidad de producción de alimentos, los mayas, los egipcios, etcétera”, dijo.
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El investigador señaló dos casos contrastantes que muestran que la deforestación afecta gravemente los ecosistemas: Haití y República Dominicana. Por un lado, Haití perdió sus bosques por sus procesos de independización y República Dominicana los mantuvo.
“Lo que tenían eran bosques y los vendieron, y pagaron sus penalizaciones. Es prácticamente una zona sin vegetación. Haití es un país desarmado, no tienen una trama social que los mantenga, tienen problemas severos de alimentación, hay guerras internas, el agua está absolutamente regularizada para vender, y la crisis social fue tan grande que tuvieron que pedir ayuda a otro país para controlar la situación social”, explicó.
La solución, dijo, es una nueva ley general de Agua con sentido social y ecológico, y políticas públicas dirigidas a visibilizar que se “necesitan cabeceras bien conservadas de las cuencas hidrológicas, para dar lugar al agua ecológica”, señaló.
La solución está en políticas públicas que no existen en este momento, y que deberían implementarse bien y ser vigiladas para tener éxito”, apuntó.