60 años después de que José Agustín publicara "La tumba", "bajo la guía y la mano de Juan José Arreola" en Ediciones Mester, la colección Alfagua Juvenil lanza una edición conmemorativa de la novela que fue el punto de partida para los escritores de La Onda e inspiración para muchos autores posteriores.
Andrés Ramírez, director editorial de Penguin e hijo del autor de "Cerca del fuego", cuenta que, al trabajar en la edición conmemorativa de "La tumba", notó la enorme vigencia que aún posee el libro: "Para ser la primera novela escrita por alguien de 20 años tiene una densidad, y una voluntad estética y emocional impresionante. Creo que sigue teniendo actualidad porque el personaje, Gabriel Guía, a su corta edad, realmente está sumido en una depresión bastante inasible para él. Se siente triste, está apático y todo esto me hace pensar que los jóvenes de hoy, así como los de hace 10 o 15 años, están sumidos en una sensación de desamparo frente a un mundo que es totalmente hostil y les ha ido cerrando cada vez más las puertas".
"Si los jóvenes de 1964 vivían la opresión de las convenciones sociales tan rígidas que había entonces, en el presente hay una sensación de desamparo, pese a que dichas condiciones no son exactamente las mismas: las guerras, las enfermedades, los problemas mentales que son más visibles hoy. En ese sentido, creo que refleja el mismo padecer. El padecer de alguien que se está dando cuenta de que el mundo es horrible. ¿Cómo entrar a una realidad así? Él trata de averiguar dónde es menos doloroso avanzar como individuo".
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"La tumba", continúa Ramírez, se publicó en 1964, influida naturalmente por el taller literario que tenía Arreola con escritores que recién comenzaban su carrera: Elsa Cross, Juan Tovar, Federico Campbell y, por supuesto, José Agustín, entre otros.
"Es un homenaje a esta novela y a su autor. Quedó un libro bello. Yo espero que muchos lectores lo vean desde un lado simbólico y nostálgico que puedan tener respecto al libro. La idea de publicar esta edición, en la colección Alfaguara Juvenil, es reencontrarse con un público más joven, una nueva generación de lectoras y lectores que, a lo mejor no conoce su obra y desconoce la importancia que ésta tiene".
La edición conmemorativa incluye una serie de testimonios / entrevistas, que recopiló Dalila Carreño, y fotografías que pertenecen al acervo familiar de José Agustín o que tomaron figuras de la talla de Rogelio Cuéllar y Ricardo Vinós; material que, en ciertos casos se exhibió, pero no había sido publicado antes en un libro. Para el prólogo se invitó a Brenda Navarro, "quien pertenece, sin duda, a una generación más joven. Es un texto valioso, entrañable, que presenta una mirada distinta de lo que se ha leído sobre el libro y ayudará a encontrar nuevos lectores de generaciones posteriores".
Ramírez explica que en la selección de las entrevistas está, por un lado, "la gente cercana a José Agustín, que lo vio crecer, personas que convivieron con él cerca del momento de la escritura o publicación de La tumba: nombres como el de Margarita Dalton, quien fue su primera pareja y con quien viajó a Cuba en 1962 para alfabetizar y, obviamente, Margarita Bermúdez, su esposa y mi madre".
En la otra parte que abarca el criterio de selección de testimonios hay nombres de escritores: Sara Sefchovich, Elsa Cross, Enrique Serna y Yuri Herrera, por mencionar a algunos: "Realmente son autores que han estado cerca de la obra, pendientes de los libros de mi padre. El criterio fue acercarnos a gente que pudiera iluminar sobre la importancia de La tumba y su repercusión en la literatura mexicana".
Además, se reproducen fotos de la primera edición de La tumba, así como de las ediciones subsecuentes y ciertos manuscritos. El que no se haya dejado de lado la música que lo influyó o las obras de teatro que hizo al principio, le da un contexto mayor, una nueva dimensión, a la lectura de la novela y permite entender "el espíritu de la época", el momento en el que se escribió y las particularidades de los años en que el escritor era un jovencito.
"Para mí fue revelador ver toda la energía que tenía mi padre y lo locuaz e impulsivo que era, aunque yo tenía ciertos atisbos de ello; lo cual, me parece, reflejan varios testimonios. Es algo emotivo porque, al final, no estamos dejando de hablar de un muchacho de 16, 18 o 20 años, con una creatividad y ebullición impresionantes. En mi caso particular, contrasté esto con el hombre con el que mi madre y yo convivimos durante 50 años".
El libro se puede obtener en formato físico, e-book y audiolibro (incluye la versión extendida de ciertas entrevistas).
Por último, Ramírez adelanta que el próximo año la novela "De perfil" también cumplirá 60 años. En el horizonte de este otro proyecto conmemorativo se vislumbra convocar a Juan Villoro, quien en más de una ocasión ha hablado de lo importante que fue dicha novela en su proceso como escritor. "También me encantaría hacer algo especial con Se está haciendo tarde (final en laguna)".
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Además, hay una gran cantidad de material periodístico disperso, en el que José Agustín trabajó durante un largo periodo de tiempo y que se publicó en diversas revistas y periódicos (EL UNIVERSAL, entre estos). "Eventualmente lo iremos seleccionando. Él dejó cosas que, tal vez, habría que evaluar si tienen pertinencia o no".
Uno de los proyectos más interesantes que resalta el editor se remonta a una anécdota. A partir de 1971 y persuadido por Cross, el autor de "Ciudades desiertas" se dio a la tarea de escribir sus sueños. "Ella le dijo que de ahí iba a salir una novela, y esa novela fue Cerca del fuego. Aún así, mi padre dejó cientos de cuadernos y libretas llenos de sueños. El tema de los sueños fue algo que lo obsesionó y le importó muchísimo, justo en su etapa de madurez. Es material que debería conocerse por las implicaciones que tuvo en su obra".
Se trata, quizá, de 10 o 15 libretas de tamaño profesional o forma francesa —estima Ramírez—, en las que el escritor se volcó entre las décadas de 1970 y 1980, "cuando realmente acabó Cerca del fuego".
El libro en el que se compilará este material podría salir a la luz en uno o dos años.
melc