¿Qué lugar ocupa en el México contemporáneo la ficción tradicional, el espacio de la novela, cuando hablamos de la ampliación y comprensión y registro de la voz de las víctimas?, se pregunta el escritor Julián Herbert en su ensayo “Personaje en Palimpsesto. El punto de vista coral en alguna narrativa mexicana reciente”, que inaugura su libro Overol. Apuntes sobre narrativa mexicana reciente. Lo hace desde el lector fascinado que es y también desde el ojo de crítico literario con el que escribió los 15 ensayos que congrega en este libro publicado por Random House.

El volumen se divide los textos en tres apartados: Contextos, con cuatro ensayos; Lecturas, con ocho materiales; y Relecturas, donde Herbert agrupa tres materiales dirigidos a tres de autores: Luis Zapata, José Agustín y Gustavo Sainz, que considera presentes en su obra y en la de otros autores, así como José Revueltas, que sobrevuela varios textos, en especial la obra de Cristina Rivera Garza y Emiliano Monge.

Herbert congrega las lecturas que le han fascinado y las que ha desmontado con pericia para dar cuenta del lenguaje y las herramientas desde las que han escrito una o varias de sus obras escritores como Cristina Rivera Garza, Fernanda Melchor, Valeria Luiselli, Brenda Navarro, Emiliano Monge, Luis Jorge Boone, Álvaro Uribe, Margo Glantz, Guillermo Arriaga, Aura García Junco y Yuri Herrera, entre varios más.

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“De algún modo es el trabajo de la crítica y también es un poco el trabajo de un autor de narrativa tratando de leer a sus contemporáneos escribiendo narrativa, y es un ejercicio del desde la voz del lector porque también me interesa mucho pensar que ese es esa bisagra que nos une en la escritura y la lectura y cómo se ha transformado la manera en la que leemos”, asegura el poeta, narrador, crítico y vocalista del grupo de rock Los Tigres de Borges.

Hay en Overol también un afán de Julián Herbert de desarmar la literatura que se está escribiendo para dar cuenta de cómo se está escribiendo y de las formas que se están usando o para celebrar los usos y formas del lenguaje que autores que le gustan, le están dando.

“Son visiones que apelan al concepto de desarmar, porque justo la idea de que el libro se llame Overol tiene que ver con esa sensación de que cuando puedes manejar el auto y también como revisarle el motor pues eres capaz de que si oyes un ruido, no lo llevas al mecánico, sino que tú te pones el overol y te metes a ver la maquinaria. Y esa es un poco mi intención, hacerlo desde esa nacionalidad múltiple que es escribir géneros distintos, yo siempre he practicado géneros distintos, me gusta mucho la idea de una literatura muy porosa y muy abierta; entonces, después de la experiencia de escribir novelas, me interesa mucho acercarme a este desarmar el carro de lo que es la narrativa”, señala el también autor de Un mundo infiel, Canción de tumba y La casa del dolor ajeno.

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Herbert asegura que quiere ir a libros de escritores más jóvenes que él, por ello dedicó una sección a desarmar y desentrañar 10 libros que para él son muy entrañables y cercanos y que le interesa lo que los autores están haciendo. “La mayoría son novelas, hay por ahí algo de cuento, pero también hay un ensayo de Marisol García Walls que es, creo que la autora que menos recurrencia tiene, incluso sus libros no están publicados en México y a mí me resuena mucho su escritura y me interesa un montón”, dice el escritor que apunta que por supuesto habla de escritoras potentes como Cristina Rivera Garza y Fernanda Melchor y de voces emergentes como Nayeli García Sánchez o Franco Félix.

“Lo que me llama de estos autores es la confluencia en ideas y en preocupaciones estéticas y seguir entendiendo el fenómeno de la literatura no como un fenómeno autónomo”, señala el narrador.

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