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En su versión impresa, Confabulario rinde homenaje al caricaturista, decano de los cartones, monero incisivo en el trazo político y visionario en los temas coyunturales del momento.
Helioflores dice adiós tras más de 60 años como cartonista. En EL UNIVERSAL estuvo alrededor de 52 años publicando, de manera ininterrumpida, siempre como una voz disonante a lo largo de diez sexenios. Su técnica, única, precisa, minuciosa, creó una propuesta artística y una pulsión gráfica filosa y aguda.
Es, sin duda, una de las plumas más importantes de su generación.
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Para celebrar su legado y finalizar una época, la de Helioflores en esta casa editorial, Confabulario entrevista al caricaturista, quien radica en Xalapa, Veracruz. El maestro confirma su retiro por cuestiones de salud, no por graves, sino por los achaques de una edad en la que se vuelve difícil mantener un ritmo, algo que caracteriza su trabajo puntual.
Explica algunos misterios que acompañan sus cartones: el proceso creativo en la mente de un creador con infinitas inquietudes e incalculable método. Se da el tiempo de corresponder a sus gustos más personales, hobbies y proyectos como la pintura. O para reencontrarse con uno de sus personajes más críticos y neurálgico: "El Hombre de Negro".
Aborda además la posición actual de la caricatura. Opina sobre la decisión de diarios como el "New York Times" de prescindir de los cartones.
A los lectores, Helioflores agradece el tiempo y la dedicación por seguir su trabajo en las páginas editoriales de EL UNIVERSAL.
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