Escritores, políticos, editoriales e instituciones despiden al novelista checo Milan Kundera, cuyo deceso se dio a conocer recientemente. El presidente de la República Checa, Petr Pavel, escribió en su cuenta de Twitter (@prezidentpavel): "Con pesar me entero de la muerte de Milan Kundera. Fue un escritor de clase mundial que influyó en generaciones enteras, tanto en el país como en el extranjero. Su vida simbolizó la agitada historia de nuestro país en el siglo XX. El legado de Kundera vivirá en sus obras".
Desde las redes sociales de Tusquets Editores, que publicó en español buena parte de su obra, se describió a Kundera como un "novelista fundamental, que ha marcado una época con títulos como La insoportable levedad del ser, la inmortalidad o La broma, pero también un lúcido pensador que reivindicó la herencia de Cervantes y Rabelais, la relevancia de la cultura centroeuropea y la lucha de la memoria contra el olvido".
En la cuenta de Literatura UNAM se mencionaron los grandes reconocimientos que obtuvo: el Premio Jerusalén 1985, el Premio Austriaco de Literatura Europea 1987 y el Premio Herder 2000, y se destacó que el escritor checo "era conocido por sus ingeniosos y tragicómicos relatos, constantemente los mezclaba con profundos debates filosóficos y retratos satíricos de la vida bajo la opresión comunista".
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El escritor José Gordon habló sobre "una de las grandes lecciones" que aprendió de él: "Estamos hechos de unas cuantas palabras-clave alrededor de las cuales giran nuestras vidas, dice el gran escritor en El arte de la novela. Gratitud para el maestro que se va".
"¿Cuál es el medio no psicológico de aprehender el yo? Aprehender un yo, quiere decir, en mis novelas, aprehender la esencia de su problemática existencial. Aprehender su código existencial. Al escribir La insoportable levedad del ser me di cuenta de que el código de tal o cual personaje se compone de algunas palabras-clave. Para Teresa: el cuerpo, el alma, el vértigo, la debilidad, el idilio, el Paraíso. Para Tomás: la levedad, el peso", continuó el también periodista cultural.
El novelista Julian Herbert recordó que en el prólogo a "La vida está en otra parte" se cuenta la visita que Carlos Fuentes, Gabriel García Márquez y Julio Cortázar le hicieron a Kundera durante un viaje a Praga: "Lo primero que hizo el checo fue llevarlos a unos baños de vapor y meterlos a nadar en un río congelado. Parece metáfora, pero es anécdota. Siento que, para mi generación, lo que se murió con Milan Kundera es un cachito de ese lector ávido y pobre y feliz que fuimos en los 90 y los primeros dosmiles. Buen viaje".
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Por último, la poeta y ensayista Malva Flores lamentó el deceso y compartió, desde su perfil de Facebook, las colaboraciones del escritor checo en las revistas "Vuelta" y "Letras Libres".
melc