Guadalajara, Jalisco. —La industria editorial mexicana llega con el mejor ánimo a la , que hoy inicia teniendo a España como País Invitado de Honor, pero lo hace en un contexto que sigue siendo adverso para el libro y la lectura en México.

No sólo han tenido que remontar el impacto económico que implicó la pandemia, sobre todo han sorteado seis años de una administración federal, la de la llamada Cuarta Transformación, que no tuvo ninguna política pública integral en torno al libro y la lectura, canceló todos los programas de apoyo a la industria que existían y centró sus acciones a favor del libro desde el Fondo de Cultura Económica.

Aunque impera la esperanza desde los agremiados de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana de que el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum muestre interés en recuperar una política pública del libro, hay un contexto complicado según los datos más recientes de dos indicadores que miden el impacto de la lectura entre los mexicanos y de la participación de los libros e impresos dentro de la participación de la cultura en el Producto Interno Bruto (PIB) del país.

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Organizadores y trabajadores de casas editoriales laboraban ayer por la tarde en la puesta de los stands y las publicaciones que se ofrecerán en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que arranca mañana y hasta el 8 de diciembre, días en los que habrá un gran programa literario, académico y cultural. Fotos: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL
Organizadores y trabajadores de casas editoriales laboraban ayer por la tarde en la puesta de los stands y las publicaciones que se ofrecerán en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que arranca mañana y hasta el 8 de diciembre, días en los que habrá un gran programa literario, académico y cultural. Fotos: Gabriel Pano / EL UNIVERSAL

El Módulo sobre Lectura (Molec) 2024, levantado por el INEGI y presentado en abril pasado, mostró que este año los mexicanos que declararon ser lectores disminuyeron en 14.6 puntos porcentuales con relación a la cifra de la primera medición del MOLEC realizada en 2015. En tanto que la Cuenta Satélite de Cultura de 2023, también presentada por el INEGI hace unos días, indica que una de las áreas con mayor disminución de la Cultura en el PIB fueron precisamente Libros, impresiones y prensa, cuya caída fue del 8.5%, con respecto a 2022.

Hugo Setzer, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana ( Caniem), reconoce que además de la pandemia —que los colocó en una compleja situación económica—, la cancelación de programas de coedición, compra de libros para bibliotecas y sobre todo la interrupción en 2023 de la producción y venta del programa de Libros Texto Gratuitos para Secundaria los puso ante un escenario complicado, que es la situación con la que ahora llegan a la FIL.

La Caniem, que agremia a cerca de 230 editores, ve en el inicio del gobierno de la presidencia de Claudia Sheinbaum una oportunidad de restablecer los diálogos que se rompieron entre editores y gobierno en la administración pasada.

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“Estoy convencido que se requiere una política pública adecuada en donde se vea de manera integral a la lectura y al libro como motores de crecimiento y de desarrollo educativo, cultural e incluso económico de México, y no como una entidad que necesita alguna limosna del Estado; que más bien se vea como una industria con todo el potencial de desarrollo que tiene la lectura y el libro en nuestro país, como lo ha tenido en otros países, que es el caso de España. España, con una tercera parte de la población de México, es una de las potencias en la industria editorial en el mundo”, afirma Hugo Setzer.

Para Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, los editores son fundamentales para la feria, pero han sido golpeados por la falta de políticas públicas. “La industria llegó muy golpeada, sigue muy golpeada, esperemos que haya otro tipo de políticas en relación al libro y a las compras estatales del libro que fueron fundamentales, pero no solamente desde el punto de vista económico, porque a veces nos olvidamos que lo económico luego redunda también en la manera como se distribuye la lectura”.

La editora y gestora cultural afirma que en México ha habido momentos de grandes programas de fomento a la lectura, pero no durante los pasados seis años. “Yo sí espero que haya mayor sensibilidad por parte de este gobierno. Siempre soy optimista, yo espero que haya mayor sensibilidad a lo que implica la industria editorial, a lo que implican las industrias culturales para el país, en general, a lo que implica la cultura por su lado económico, que es importante lo que aporta económicamente, pero también lo que aporta como impacto social”.

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Schulz agrega que se ha visto cómo cambia a una sociedad el tener una feria del libro como la de Guadalajara. “No podemos menospreciarla ni categorizarla. Se nos adjudicaba el adjetivo de ultraderecha, por Dios, si hay algo que no somos es de ninguna ideología, mucho menos de derecha, es un espacio de libertad, hemos tenido todas las voces representadas, han estado José Saramago, que era un librepensador del Partido Comunista Portugués, donde Gabo estuvo, donde estuvo José Mujica, donde ha estado gente, donde también surgió Xóchitl Gálvez casi como figura pública. Claro, es un espacio abierto, es un espacio que procuramos poner a la disposición de todos los puntos de vista, de todas las maneras de ver el mundo siempre y cuando no inciten a la violencia”.

La situación de la industria del libro no es la mejor. El año pasado, la propia Caniem al presentar, como cada año en el marco de la FIL de Guadalajara, los indicadores del Sector Editorial Privado en México de 2022, estimó que la pérdida sufrida por la cancelación de las ventas al Estado mexicano para el Programa de Libros de Texto para Secundaria era de aproximadamente el 14% de su facturación.

El próximo martes 3 de diciembre, la Caniem presentará los datos de la industria en 2023 y el propio Hugo Setzer señala que la situación empeoró. “Lamentablemente en la pasada administración se resquebrajaron las vías de comunicación que tradicionalmente habíamos tenido con diferentes instancias de gobierno; no fuimos recibidos por ningún secretario de Estado, ya ni qué decir del Presidente; ahora tengo la confianza de que podemos restablecer esos puentes de comunicación con la administración pública. Nosotros estamos, por supuesto, en la mejor disposición y estamos buscando diferentes secretarios de la administración general para tender puentes y dialogar”.

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Programa literario y de ideas

Durante nueve días, desde hoy y hasta el 8 de diciembre, la FIL ofrecerá un programa literario, académico y cultural que contempla la participación de más de 850 escritores de 43 países, entre ellos el premio Nobel de Literatura Abdulrazak Gurnah; Mia Couto, ganador del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances; y la conversación entre Rosa Montero y Fernando Aramburu, quienes abrirán el Salón Literario Carlos Fuentes.

Otros autores como László Krasznahorkai, Irene Vallejo, Jordi Sierra i Fabra, Luis García Montero, Nouri Al-Jarrah, Ioana Pârvulescu, Dylan Brennan, Claudia Durastanti, Cristina Rivera Garza, Luis Mateo Díez, Elia Barceló, María Dueñas, Sergio Ramírez, Samuel Shimon, María Fernanda Ampuero, Antonio Ortuño, Héctor Abad Faciolince, Gioconda Belli, Joana Marcús y Alice Kellen estarán presentes en el encuentro literario que tendrá 623 presentaciones de libros, la presencia de más de 18 mil profesionales del libro provenientes de 54 países para quienes se programaron más de 140 actividades, y en donde se exhibirán más de 450 mil títulos de 2 mil 140 casas editoriales de 54 países.

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