Minerva Valenzuela, vocera de -el único refugio que hay en el mundo para trabajadoras sexuales de la tercera edad en situación de calle-, cuestionó a los artistas que, con el pretexto de darles voz, hablan en nombre de las trabajadoras:

"No es necesario que los artistas hablen de nosotras. ¿Por qué quieren hacerlo? Estas cosas que dicen: 'le doy voz a las que no la tienen'... nosotras tenemos voz. Si tú te acercas a hablar con nosotras, vamos a hablar, no es necesario que el arte hable de nosotras", afirmó, en entrevista con EL UNIVERSAL.

Minerva fue una de las participantes de el conversatorio: "Estelas de la Casa Xochiquétzal" que se llevó a cabo este llevó este domingo en el Ágora del Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC); el mismo lugar que meses atrás exhibió la pieza "Extracto para un fracasado proyecto”, de la argentina Ana Gallardo. Obra que derivó en una serie de protestas, por revictimizar a las trabajadoras sexuales de Casa Xochiquétzal.

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Durante la charla con este medio, Valenzuela llamó a los artistas a replantear las razones por las que abordan el tema del trabajo sexual en sus proyectos, dejando claro que, en muchas ocasiones, en lugar de visibilizarlas, crean clichés alrededor de ellas.

"Si creen que lo necesitan y que en algo los beneficia, deberían preguntarse ¿por qué los beneficia?, ¿por qué quieren hacerlo? Qué los artistas hablen de lo que les pasa a ellos o, si van a hablar de algo relacionado con el trabajo sexual, que digan: 'yo creo esto, pero no lo sé'. No necesitamos que el arte hable de nosotras, el trabajo sexual está lleno de imaginarios; en vez de seguir haciendo imaginarios nuevos, hay que derribar los que ya están".

Asimismo, lamentó la "necesidad del artista" de abundar en ciertos temas por considerarse "personas de mundo", cuando en realidad no entienden las problemáticas porque no las han visto de cerca:

"No sé qué es más blanco, si su conciencia o las paredes del museo, pero, si para legitimarse y sentirse bien, el artista necesita hablar de alguien más, sería pertinente que se pregunte para qué y por qué quiere eso. Es una falta de empatía básica. Vale aclarar que la pieza de Ana Gallardo decía cosas de la Casa y del estado en el que estaban las mujeres que no son verdad; esa cosa de los pañales que llevaban sin cambiarse días son situaciones que no suceden en la casa".

El artista —continuó— tiene que invertir en su propia formación e información, buscar las cosas que abran su mente y le den límites: "Algo que les pasa mucho a los artistas es que sólo se están viendo el ombligo unos a otros, sin salir. Un artista tendría que salir al mundo y nutrirse de la vida. Hay artistas que pretenden hablar de problemáticas sociales, no dicen que es ficción y crean un falso imaginario, ¿Qué les da hacer eso?".


La casa es el único refugio que hay en el mundo para trabajadoras sexuales de la tercera edad, en situación de calle. Foto: Hugo Salvador, EL UNIVERSAL.
La casa es el único refugio que hay en el mundo para trabajadoras sexuales de la tercera edad, en situación de calle. Foto: Hugo Salvador, EL UNIVERSAL.


Casa Xochiquétzal, más que un refugio

La Casa Xochiquétzal fue creada en 2006 con la misión de ofrecer techo, acompañamiento y apoyo material y moral a sus residentes; un trabajo que, por tratarse de una asociación civil sin fines de lucro, se sostiene a base de donativos.

En la plática de este domingo también estuvieron la directora, Jesica Vargas González; las residentes, Guadalupe Ruiz y Norma Ruiz Sánchez; la periodista, Celia Gómez Ramos; y la coordinadora del Seminario Universitario Interdisciplinario sobre Envejecimiento y Vejez de la UNAM, Verónica Montes de Oca, quien habló de cómo muchas mujeres que ejercieron el trabajo sexual llegaron a la tercera edad y no alcanzaron ni un poco de agua caliente, dentro de un gran mosaico que abarca ciertos Derechos Humanos esenciales.

Por su parte, Gómez Ramos, coautora de "Las amorosas más bravas" (libro del 2014 sobre las residentes del refugio) contó que, desde que llegó al lugar sintió un entendimiento profundo con las mujeres de la Casa.

"Cuando llegan, se les da una identidad porque a veces no tienen papeles y, sin papeles, no se puede acceder a un servicio médico", dijo. Además relató ciertos hechos relacionados con el origen del refugio: desde sus inicios como una estructura de plástico en Avenida Circunvalación, hasta cómo dos de las escritoras más importantes de México, Marta Lamas y Elena Poniatowska, se convirtieron en segundas aliadas del proyecto y le plantearon al entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador, la creación de la Casa para atender una vieja deuda pendiente con las trabajadoras sexuales.

"Al principio, la Casa recibió apoyos, pero, como pasa con todas las cosas después de un tiempo, se pierde ese impulso", continuó Gómez Ramos.

Una trabajadora sexual, que se encontraba entre el público, recordó el caso de la obra de Ana Gallardo y preguntó si el evento tuvo como fin convertirse en una vía para reparar el daño, a lo que Minerva Valenzuela, contestó que no, ya que, para serlo, todos aquellos que vieron la pieza tendrían que conocer hoy, de forma cabal, el trabajo y las condiciones verdaderas del refugio: "Una forma de no joder a la Casa es rechazar las formas de representación no consensuada", respondió.

Al respecto, Tatiana Cuevas Guevara, directora del MUAC, informó que el 29 de enero se llevará a cabo el foro "Prácticas colaborativas y dimensiones éticas desde el arte y la cultura", el cual se centrará en varias disciplinas artísticas con el fin de que casos como el de Gallardo no vuelvan a suceder.

La mesa de diálogo fue también una invitación a derrumbar esos viejos imaginarios y ver a las trabajadoras sexuales como sujetos y no como objetos. Se exhibieron figuras y muñecos de cartón y bolsas tejidas, creadas en los talleres que ofrece la Casa. También fueron expuestas las fotografías de Rotmi Enciso e Ina Riaskov, quienes han ido formando un archivo para la memoria de Casa Xochiquétzal que sirva para recordar a las trabajadoras cuando ya no estén. En el público había trabajadoras sexuales, estudiantes y maestros.

Los datos para hacer donativos pueden consultarse en:

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