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Sharjah, Emiratos Árabes Unidos.- La poesía no es un género en decadencia para los emiratíes. En este país los poetas pueden ser millonarios, bien lo indica el diario local Khaleej Times, gracias a los reality show “Prince of Poets” y “Millions Poets”, donde 48 participantes escriben y recitan poemas que serán calificados por un jurado. El mejor gana de uno a cinco millones de dirhams (de cuatro a 23 millones de pesos). Los programas alcanzan ratings que se miden por millones, pues son vistos por toda la región y pueden ser más vistos que un partido de fútbol. Los emires que gobiernan el país también son poetas. El interés por el género viene de la raíz de los árabes.
Es por esta razón que incentivar el gusto por la poesía es un tema que forma parte de la agenda del Fes de Lectura Infantil de Sharjah, que se lleva a cabo en este emirato hasta el 12 de mayo.
En la mesa “Cómo la poesía puede ser un objetivo importante en la educación”, el escritor irlandés Liam Kelly y profesor en Abu Dhabi señaló que el uso de videos y redes sociales propiciaría a las nuevas generaciones a contrarrestar la renuencia de hablar en público y recitar poesía.
“Necesitamos la tecnología para enseñar poesía hoy. El formato de video podría hacer que sea más llamativa, especialmente porque a los niños usualmente no les gusta hablar en público”, dijo Kelly.
El escritor recordó la poesía también se trata de musicalidad, por lo que invitó a los padres de familia a dejarlos experimentar y jugar con su creatividad. También destacó que la poesía es un medio importante para enseñar conceptos y valores a los jóvenes lectores.
Por su parte, Mohammad Jamal Amro, poeta jordano para niños, señaló que no se debe descartar el uso de herramientas lúdicas para enseñar poesía.
“No podemos obligar a los niños a leer poesía, lo que sí podemos hacer es introducirlos al género de una forma interesante. Lo que tenemos que hacer es alcanzar el estado mental del niño dándoles lo que ellos quieren. El error que usualmente cometemos es subestimar ciertas herramientas que podrían adaptarse mejor a ellos, cometiendo el error de no darles material que les guste al instante”.