“La naturaleza me abraza, es mi refugio, casi no expongo, casi no viajo”, afirma la artista Gerda Gruber en conferencia de prensa de su nueva exposición Entre verde y agua, que inaugura el próximo 12 de septiembre en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO).
La muestra es la revisión más grande que se ha hecho a la escultora que llegó a México en 1975, desde su natal Viena, Austria.
“No es un recorrido cronológico, sino de la evolución de su obra”, dice Daniela Pérez, curadora.
“Todo lo que se ve son resultados de investigaciones y son mis pensamientos llevados a formas tridimensionales”, agregó Gruber.
Ahí se presentarán 113 piezas, que van desde sus creaciones mexicanas más tempranas, obras inéditas y nuevas que se están construyendo todavía. Con esta selección se abordan temas como la transformación natural y la idea del refugio.

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Gruber, cuya obra forma parte de las colecciones del Museo de Arte Moderno y Museo de la Ciudad de Mérida, explicó que su relación con el “refugio” se remonta desde su calidad de inmigrante que encontró un espacio seguro en México y llega hasta su cotidianidad en Yucatán (donde vive desde los años 80), donde se ve rodeada por la naturaleza; ese estilo de vida la ha llevado a investigar sobre lo que la rodea y a comprender más no sólo su persona, sino a la humanidad.
“Yo soy una refugiada, soy inmigrante aunque tenga mi corazón mexicano. Sí (estoy) buscando cierta seguridad. Es tan actual este tema en el mundo, que es tan catastrófico”, comenta Gruber.
Los materiales son clave no solo en la obra de Gruber, sino en el discurso de la muestra, que destaca el desarrollo industrial de Nuevo León, donde fue invitada en varias ocasiones para trabajar con acero, cerámica y vidrio. En 1977 hizo su primer viaje al estado, y desde entonces lo visitó durante 20 años, estableciendo colaboraciones con empresas de la región y así explorar nuevos materiales.

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“Mi influencia de esta región es la parte desértica, agresiva, muy dominante que me cuestiona cómo el hombre funciona dentro de esta posibilidad de existir”, asegura la también profesora de escultura, quien ha dado clases en The Banff Centre, University of Calgary, Escuela Superior de Artes de Yucatán (ESAY) y Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) de la UNAM, donde fundó el Taller de escultura en barro.
Sobre las piezas que se exhibirán, Gruber destaca Navegar hacia… una canoa elaborada con bambú, manta y 700 piezas de arcilla, instalada en homenaje a los fallecidos por la pandemia del Covid-19 en Yucatán, realizada entre 2020 y 2022.
“Nunca acabo, no estoy acabando todavía, mientras yo pueda, voy a seguir trabajando”, es la frase con la que concluye Gruber. La muestra estará hasta marzo de 2026.
