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Las fotos de un hipopótamo pigmeo que desataron una ola de ternura en redes sociales; el nuevo capítulo de una famosa serie de televisión mexicana; y el terror y el pánico, a raíz de los microsismos en Ciudad de México, vistos bajo el filtro del sentido del humor son algunos de los temas que más impacto tuvieron en los memes de la semana.
Moo Deng
Se han vuelto virales la sorpresa, ternura e inocencia con las que Moo Deng, pequeño hipopótamo pigmeo, descubre el mundo. El nombre de esta bebé significa, en tailandés, “cerdo saltarín”. Desde su nacimiento, en julio, el entusiasmo de los visitantes al Zoológico de Khao Kheow en Bangkok, Tailandia, no ha menguado. Por lo que la bebé es ahora una nueva estrella en redes sociales.
En internet pueden verse sus hazañas: dormir la siesta, bañarse, comer, jugar y morder lo que esté a su alcance. No sobra decir que una oportunidad así difícilmente sería desperdiciada por los memeros del mundo.
Microsismos en CDMX
No fue el primer microsismo de esta temporada en la Ciudad de México y lo más probable es que tampoco sea el último. Pero sí fue el detonador de un caudal de memes que hubo en Internet.
Fue a las 00:39 horas del pasado 26 de septiembre cuando se registró un microsismo (2.3 de magnitud, cifras oficiales) que no encendió la alerta sísmica. Un microsismo, entre muchos que han causado terrores y reconfirman la idea de que septiembre siempre será un mes intenso en materia de sismos y microsismos.
Lady Mangos
"La rosa de Guadalupe", famosa serie mexicana, lo hizo otra vez: un nuevo capítulo controversial. Mientras México se movía, en ciertas alcaldías, al ritmo de las placas tectónicas, a través de la televisión abierta vio la luz el capítulo "Lady Mangos".
El episodio se inspiró en la situación tensa que Mariana Echeverría y Briggitte Bozo vivieron en el reality show La Casa de los Famosos. En la ficción, Marcela, una influencer, es invitada a estar unos días en una casa en Tepoztlán, junto a otros de sus colegas de oficio. Todo parece ir bien hasta que ella intenta controlar el espacio que comparte con los demás y un mango, un simple mango, basta para que la historia se detone.
Con información de: Daniela Cerriteño
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