“Algo le duele al aire/ del aroma al hedor./ Algo le duele/ cuando arrastra, alborota/ del herido la carne,/ la sangre derramada,/ el polvo vuelto al polvo/ de los huesos”, escribió Dolores Castro, poeta mexicana de gran trayectoria, en el libro homónimo "Algo le duele al aire" (2012), uno de los últimos que publicó y cuyo eje, en sus propias palabras, es la ola de violencia que atraviesa México, algo que “sigue existiendo, de lo que se tiene que hablar, y que está ocurriendo hoy (…) No solamente me he expresado libremente (en el libro), como siempre lo hago, sino también para otros mexicanos que se manifiestan a través del aire, aire que siempre he amado”.
Castro, quien formó parte del grupo heterogéneo Ocho poetas mexicanos —bautizado así por la antología de Alfonso Méndez Plancarte y en la que se incluyen nombres como el de Rosario Castellanos y Efrén Hernández—, falleció ayer a las 8:30 de la mañana en el Hospital Ángeles de la Colonia Roma por complicaciones en vías biliares, dos semanas antes del 12 de abril, fecha en la que cumpliría 99 años.
“Nos tranquiliza que no sufrió mucho, se fue en paz. Tuvo una vida larga y plena, y entregó mucho cariño a la gente: los poetas, y en especial a su familia, sus hijos, nietos y bisnietos. Siempre estuvo muy enamorada de la vida, tuvo muchas amistades y fue muy querida”, aseguró su hija, Dolores Peñaloza Castro.
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El sábado 7 de mayo, a las 19 horas, en acuerdo con la familia de la autora de "El corazón transfigurado" (1949), "Siete poemas" (1952) y "Dimensión de la lengua en su función creativa, emotiva y esencial" (1982), la poeta mexicana recibirá un homenaje nacional en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.
El trabajo de la escritora fue activo hasta el final, ya que el lunes pasado asistió como invitada de honor a la Primera Feria del Libro Independiente del CCH Naucalpan, donde la acompañaron sus alumnos del Taller Literario El desierto y la fuente. Además, “no dejó ninguna obra inédita”, detalló.
“Al igual que la de Rosario Castellanos es la mejor propuesta lírica del siglo XX mexicano. Su obra es innovadora, vanguardista, y seguramente va a ser muy valorada en los años que siguen. Es la última gran poeta del siglo XX en México”, refirió Benjamín Barajas, maestro en Literatura Iberoamericana y Doctor en Letras por la UNAM.
Reconocida con premios como el Nacional de Poesía Mazatlán 1980, Iberoamericano de Poesía Ramón López Velarde (2013) y el Nacional de Ciencias y Artes en Literatura y Lingüística 2014, también destaca la trayectoria académica de Dolores Castro, que fue de Derecho y Filosofía y Letras en la UNAM a Estilística e Historia del arte en la Universidad Complutense de Madrid, España, y Lingüística y Literatura en la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior.
Así como el tiempo que dedicó a la docencia en la Universidad Iberoamericana, la Escuela de Periodismo Carlos Septién García y la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (Sogem). Fue una de las fundadoras de Radio UNAM y condujo el programa de Canal 11, Poetas de México, junto al escritor Alejandro Avilés, quien fue reportero para la sección de Cultura de esta casa editorial.
En vida, Castro tuvo contacto con autores como Luisa Josefina Hernández, Augusto Monterroso, Ernesto Cardenal, Ramón Xirau, Luis Villoro, Sergio Galindo y Emilio Carballido.
“Nos tranquiliza que no sufrió mucho, se fue en paz. Tuvo una vida larga y plena, y entregó mucho cariño a la gente: los poetas, y en especial a su familia”: Dolores Peñaloza Castro, Hija de la poeta Dolores Castro.
“Ella es una las pocas escritoras que aún quedaban de la década del 50. Fue muy amiga de Rosario Castellanos, del poeta chiapaneco Jaime Sabines y de Enriqueta Ochoa; ella es quien sobrevivió a ese grupo. Con su partida se cierra una parte histórica fundamental de la literatura mexicana”, detalló Barajas.
Los autores que Castro Varela formó en sus talleres “son poetas, hombres y mujeres que incluso han tenido su estilo, breve y sintético. Es un estilo de poesía lírica, en verso libre, que toma mucho en cuenta la cotidianidad, lo más inmediato, lo cual convierte en una propuesta muy estética, dentro de la poesía mexicana, en la que no se permiten ligerezas, cuestiones demasiado sentimentales, sino más bien se va hacia lo profundo del ser humano. Una poesía vital de la vida y para la vida”, aseguró.
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En 2008, el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) le rindió homenaje a Dolores Castro Varela por sus 85 años de edad. En 2014, Ediciones del Lirio publicó Dolores Castro 90 Años. Palabra y tiempo (celebraciones críticas), volumen que compendia 15 textos sobre ella y un acervo fotográfico.
Apenas en 2019 Dolores Castro Varela formó parte del ciclo “Protagonistas de la literatura mexicana”, ocasión en la que la poeta declaró que si el “homenaje se hiciera a mi persona no sería tan justificado, pero si es a una voz que trató de expresar la poesía, entonces sí. Creo que la poesía es camino, verdad y luz, que es posible que uno, a esta avanzada edad, pueda ver que el sol sale, y agradecer a la vida con toda el alma, porque creo que si un poeta habla sobre la muerte, es precisamente porque ama la vida”.
En 2012, el Ayuntamiento de Aguascalientes instauró el Premio Dolores Castro de Poesía, Narrativa y Ensayo escrito por Mujeres. A este premio se le suma el que entrega el Gobierno de Tlaxcala desde 2018 y que también lleva el nombre de la autora.