del Instituto Nacional de Antropología e Historia ( ) localizaron e iniciaron un proceso de salvamento de un sitio arqueológico en el sur de Tamaulipas, denominado El Naranjo, donde se registraron más de una decena de enterramientos humanos, los cuales dan cuenta de la diversidad de antiguas prácticas funerarias en esta área de la Huasteca tamaulipeca.

El hallazgo se dio a raíz de un rescate de vestigios derivado de la construcción de la carretera Mante-Ocampo-Tula (que conectará los municipios de Mante, Ocampo y Tula) y que realiza la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH y del Centro INAH Tamaulipas.

El coordinador de estas tareas, el arqueólogo Esteban Ávalos Beltrán, expresó en entrevista que se han identificado y explorado un par de construcciones de tierra con mampostería de roca caliza y basalto. El denominado Montículo 4 tiene 20 metros de diámetro, mientras que el Montículo 1 alcanza los 30 metros; “se trata de espacios donde se realizaban actividades de distinta índole”, apuntó.

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“El área de Ocampo comenzó su ocupación varios siglos antes de nuestra era, en la Fase Infiernillo (7000 a.C.), la cual se asocia con etapas de domesticación de plantas silvestres y origen de la agricultura en México. Grupos locales y foráneos desarrollaron una cultura particular, como lo demuestra su arquitectura y su cerámica, entre otros rasgos, que implica estudiarlos no sin antes considerar que participaban de una dinámica social mayor entre los pueblos de la costa del Golfo en Mesoamérica y el norte de México”, acota.

En ese sentido, destaca la calidad del trabajo constructivo, el cual alternó tierra, piedra caliza y basalto, evidencia de un importante acarreo de material y la existencia de mano de obra especializada en el área. También es de mencionar la delicada talla de ornamentos de concha, algunos en forma de flor; cuarzos perforados y navajillas de obsidiana gris.

 “Este proyecto es de suma importancia para la arqueología de Tamaulipas, ya que es uno de los hallazgos más relevantes en las últimas décadas, debido a la gran cantidad de información recuperada a través de registros detallados que, sin duda, dan paso a conocer más sobre la filiación biológica y cultural de las antiguas poblaciones que habitaron el territorio que hoy es Tamaulipas”, finalizó el especialista.

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melc