Para el maestro artesano en madera (1943, Apaseo el Alto, Guanajuato), la venta de sus creaciones, derivada del al interior de los estados, ha ido a la baja por la violencia que azota al país.

“Desde 2000, año en que para mí la violencia se desató, cayó también la artesanía. La situación en la que estamos, en todo el mundo, hace que la gente se espante y ya no vienen, ya no salen, ahora tenemos que ir a las ferias y las exposiciones, también vender por Internet, solo de ese modo hemos sobrevivido”, dice en entrevista.

Don Leonardo Cárdenas es una de las figuras principales de la edición 37 del concurso estatal de Talla en Madera de Apaseo el Alto, donde hace 90 años el maestro Domingo Galván inició esa tradición artesanal, que hoy forma parte de la identidad de esa ciudad guanajuatense. A su vez, por iniciativa del gobierno municipal, también se realiza la cuarta edición de la Feria del Artesano, que tiene este año a Francia como invitado de honor.

Lee también:

La feria y el concurso tienen el objetivo de mantener viva la tradición de la artesanía de madera, un oficio que cada vez más se ve aplastado por la invasión de productos chinos y la poca circulación de turistas locales y extranjeros por temas como la violencia y la falta de divulgación de sitios como Apaseo el Alto. “Festejamos, desde el 24 de marzo, el día del artesano. Durante una semana diferentes artesanos del municipio exponen sus obras, es una fiesta donde artesanos de otros oficios también venden”.

El artesano cuenta con alegría que ha vivido casi 70 años de la venta de sus artesanías de madera. “Mis tres hijos varones viven también de la artesanía, yo aprendí el oficio desde que tenía 13 o 14 años. Ya no trabajo como antes, ya estoy más grande, ahora sólo trabajo cuatro o cinco horas al día, pero creo que trabajaré de esto hasta que Dios me mande a llamar”.

Lee también:

Agrega que fue discípulo de Domingo Galván, quien era un virtuoso artesano y un profesor de primaria comprometido con la enseñanza. “Mi mamá me llevó a que don Domingo me enseñara el oficio, daba sus clases de 8 de la mañana y hasta las 3 de la tarde, luego regresaba a trabajar la artesanía; después de que me enseñó puse mi propio taller”, narra.

Sin embargo, lamenta que la situación actual no favorezca a los artesanos ni a los poblados que tienen tradiciones artesanales, pero “se tiene que sobrevivir a pesar de la violencia, hay que defender la artesanía de eso y de lo chino, porque la madera tiene mucho mérito porque es todo a mano”, concluye.

La feria termina este sábado con un concierto, actividades literarias y el cierre del concurso de talla de madera.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.


Comentarios