Editado por el Espacio de Arte Contemporáneo A.C. (ESPAC), el libro “Y si la casa era la institución” (2023) presenta una serie de conversaciones sobre lo doméstico, el hogar, y el papel que pueden desempeñar las mujeres en el arte contemporáneo mexicano, para colocar conversaciones que cuestionen su papel en estos espacios como una primera institución a la que la sociedad está sometida.
La obra, explica la directora del ESPAC, Laura Orozco, busca problematizar los conceptos de doméstico y hogar, ya que ambos pueden asociarse a la mujer. En este sentido, el libro busca colocar a ambos no como categorías, sino como métodos de trabajo, políticas para relacionarse y estructuras al interior de una institución, ya sea esta un museo, un trabajo o incluso una casa.
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En entrevista con EL UNIVERSAL, Laura Orozco explica que el libro se construyó desde los archivos del ESPAC (el cual opera desde 2015), en una revisión de artistas, historiadoras del arte, curadoras e investigadoras que pudieran colaborar con el proyecto y aportar una visión innovadora de los dos conceptos clave del libro.
“El libro empezó a través de conversaciones que tuve hace tiempo con Pamela Desjardins, hace dos años empezamos a platicar sobre el rol de lo femenino en el arte, es decir, como el concepto de lo femenino en la historia del arte está vinculado a prácticas que, comúnmente, se asocian a una mujer, y que suelen ser dóciles, sencillas, domesticadas”, apunta Orozco.
La también curadora señala que el proyecto “Y si la casa era la institución”, busca desafiar que muchas instituciones en México introducen el concepto de doméstico a sus interiores, con la justificación de mejorar sus dinámicas laborales y personales.
“Nos dimos cuenta de que la primera institución era la casa, porque en ella nos formamos y nos enseñan a cómo debemos de ser, qué reglas obedecer y demás, entonces vimos ciertas contradicciones, por lo que decidimos colocar este tema al centro e invitar a mucha gente del ámbito artístico que pudiera aportar a la conversación”, detalla la curadora.
Orozco detalla que, en los ejercicios para construir el libro y el proyecto, miraron de nuevo el archivo del ESPAC, revisaron su colección y seleccionaron todas las obras, hechas por mujeres, que tuvieran que ver con lo doméstico, el hogar, el paisaje o eran decorativas.
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“Por ejemplo, Sofía Carrillo, que es curadora e historiadora, hizo una selección de piezas de ESPAC, pero en lugar de hacer una propuesta histórica o temática, hizo una selección dependiendo del humor que tenía cada día. Ella sólo veía imágenes, pensaba en lo que le evocaban y seleccionaba, e hizo un texto muy personal a partir de charlas que tuvo con nosotros”, apunta Orozco.
Otro trabajo que destaca Orozco es el de la museógrafa Carina Lara, en el que hizo una selección de las piezas y las trasladó a su casa, y las comparó con el espacio expositivo de un museo.
La curadora detalla que la mayoría de los textos del libro se escribieron propiamente para el proyecto, a excepción de una entrevista que tuvo Daniel Garza Usabiaga con Carla Rippey.
También adelantó que se tiene pensado trasladar el texto a un espacio de exposición, ya que los proyectos que trabaja el ESPAC son de largo aliento, por lo que duran dos años aproximadamente.
“Pamela y yo queremos primero socializar el trabajo, llevarlo a distintas personas, y pensar cómo podemos traducirlo a una exposición o programa público, que sea coherente con las metodologías y discursos que se utilizaron”, dijo.
El libro fue presentado recientemente en la Casa del Lago de la UNAM, donde, además de la charla acerca del libro, se presentó un performance de la artista Athenea Papacostas.
El libro cuenta también con los trabajos de Andrea Ancira, Rebeca Barquera, Sofía Carrillo Herrerías, Nicol Chaput, Circe Irasema, Lorena Mal, Natalia Millán, Cecilia Miranda Gómez y Fabiola Torres-Alzaga.
Fue curado por Laura Orozco y Pamela Desjardins y se puede comprar a través de la página web del ESPAC.
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