Menos de 50 rectángulos de cartón de huevo están pegados en los techos de ciertos salones de la Escuela de Bellas Artes de Coyotepec, Estado de México. Para las clases de música simulan los materiales de aislación acústica. En varios salones, simultáneamente hay maestros enseñando piano a grupos reducidos de alumnos y, como en otras de las Escuelas de Bellas Artes del Estado de México, existen carencias en distintos niveles. Los alumnos, por ejemplo, deben traer sus propios instrumentos (guitarra, violín), salvo en el caso de los de gran formato, como el piano y la tuba. Un jovencito toca la guitarra, a solas, en el primer piso, en medio de un salón cuyos vidrios tienen grafitis. A espaldas del edificio, en un patio pequeño, hay una quema de pasto o abono y una estela de humo. La entrada a desconocidos no tiene grandes restricciones o filtros y, como en otras escuelas, dicen que hay maestros que enseñan materias para las que no están especializados.
La de Coyotepec forma parte de una red de escuelas de Bellas Artes pertenecientes a la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de Estado de México. Son 31 escuelas en municipios como Amecameca, Atlacomulco, Capulhuac, Chicoloapan, Ixtapaluca, Jilotepec, Jocotitlán, Naucalpan, Nezahualcóyotl, Tenango del Valle, Texcoco, Toluca, Tultepec, Chimalhuacán y Zumpango.
De las 31, 19 ofrecen carreras técnicas según un directorio en la página de la Subsecretaría de Educación Básica, pero el modelo en general es el de talleres (para todas las edades), carreras técnicas (a las que se puede ingresar tras terminar la secundaria) y licenciatura (al salir del bachillerato). En su mayoría se perfilan hacia el dibujo y la pintura, la danza folclórica y la música.
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Sin embargo, Rafael Andrade Esparza, director de Inclusión y Fortalecimiento Educativo de Educación Básica, ha dicho a otros medios que son 18. El aniversario 45 de la primera de estas escuelas, la de Toluca, se celebró el año pasado.
Desde tiempos del expresidente Enrique Peña Nieto, hace 10 o 15 años había rumores de que las escuelas de Bellas Artes “estaban en la tablita”: “Las escuelas de Bellas Artes siempre fueron las últimas. Durante mucho tiempo no se les nombraban ni en el informe de logros ni en el del presupuesto. Siempre estuvieron hasta el último. Todo comenzó con talleres para maestros de educación básica hace décadas”, contesta un maestro que pide confidencialidad al preguntarle sobre la desaparición de las carreras técnicas en las escuelas de Bellas Artes.
Sumado a las necesidades de las escuelas, en la comunidad hay inquietud por un anuncio que aún no se ha hecho oficial.
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En la cuenta de Facebook de la Escuela de Bellas Artes de Tultepec, por ejemplo, una usuaria pregunta si se acaban las carreras técnicas y se le responde que sí, que sólo se impartirán licenciaturas y talleres. Las carreras técnicas se completan en tres años; las licenciaturas, en cuatro, aunque en éstas se enseña ejecución instrumental, armonía, historia de la música, producción, etc.
Los testimonios de maestros y alumnos, quienes piden citar sus palabras de forma confidencial, coinciden en que desde hace varias semanas los directivos de las escuelas les informaron de la desaparición de las carreras técnicas; cada escuela tiene sus propias necesidades, pero los testimonios coinciden en que el proyecto es la desaparición de las carreras para fortalecer las licenciaturas, algo ilógico tras recabar los testimonios de su comunidad y analizar las condiciones de ciertas escuelas.
Los casos son particulares y son muestra de una situación general, en la Escuela de Zumpango, una alumna informa que no hubo generación 2024-2028 de la licenciatura de Música: “Sí se distribuyó en redes sociales una convocatoria para entrar a la licenciatura. Hubo alumnos que se presentaron a hacer sus exámenes. Eso yo lo vi, pero no hubo licenciatura porque no hubo recursos, no hubo maestros. Sabemos que el ciclo escolar que viene sí tendrá licenciatura, pero ya no va a haber el nivel técnico. El nivel técnico ya se eliminó. Nos lo dijeron las autoridades de la escuela”.
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“Usted podría pensar que ese nivel técnico que se manejaba opera como el propedéutico para hacer exámenes en la licenciatura. Porque, así como que alguien entre a educación musical sin un conocimiento previo, sin nociones, es complicado”, indica.
Además denuncia que, contrario a lo que sucede en Coyotepec, aquí los alumnos deben ir y venir con su teclado los días que toca clase; faltan instrumentos de percusión; en algunas partes hay humedad; las computadoras son lentas y en el tercer año llevan más de seis meses sin un profesor de guitarra debido a que el maestro que daba la clase se jubiló. Incluso un joven que daba su servicio social allí apoyó con las clases de guitarra.
“La importancia de la carrera técnica es que funciona como un propedéutico para quien quiera entrar a alguna institución o conseguir después un empleo relacionado con la música”, continúa.
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Dentro de lo vasto que es el Estado de México, las opciones de educación musical pública son pocas: el Conservatorio de Toluca y la Universidad Autónoma del Estado de México, pero las distancias son tan o más insalvables que las de las grandes urbes y, en perfiles particulares, una carrera técnica es la opción más viable. Los costo también son accesibles (alrededor o menos de mil 500 pesos por semestre o periodo escolar).
Lo demuestra la escuela de Nextlalpan, cuya sede es la Casa de Cultura del municipio y que sólo ofrece talleres (no hay, de entrada, carreras técnicas ni licenciaturas). La idea de los talleres, podría decirse, es que su apertura a todas las edades priorizaría la presencia de niños. Pero en el caso de la clase de Música, todos son adultos que comparten un pedazo del vestíbulo de un edificio blanco, reconocible fácilmente, como lo sería una iglesia en el horizonte abierto.
Un alumno de la escuela de Tultepec cuenta que hay, quizá, 10 pianos, de los cuales la mitad están desafinados, por no hablar de que su población (menos de 50 alumnos) necesita al menos 20 pianos. Un edificio anexo donde pueden ofrecer conciertos no tiene el tamaño debido y en más de una ocasión ha habido gente que no puede pasar, como público, para ver las interpretaciones de los alumnos.
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Más que medidas restrictivas, la red de escuelas requiere mejorar sus condiciones, según la comunidad: tener los maestros adecuados en las clases; tener más instrumentos e inmuebles en buen estado.
Desde 1995, cuenta otro maestro, no se han actualizado los planes de enseñanza de las carreras técnicas. En la carrera de instrumentista como de enseñanza musical los planes son de 2017.
Si se considera que las clases pueden tener de 20 a 50 alumnos, una cifra posible de los alumnos que asisten a las carreras técnicas sería de 500 a 700, al no existir datos públicos al respecto.
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“Lo que están haciendo es quitar la carrera técnica en Música para que la absorban directamente en la licenciatura con exactamente el mismo presupuesto. Pero están desatendiendo a los adolescentes que aspiran a esta formación”, afirma Quetzalli Reyes, exprofesor de la escuela de Zumpango.
Para 2025, el presupuesto de la Secretaría de Educación fue de más de 67 mil millones de pesos (con un aumento del 2.3%). En el área de información de Coyotepec se indicó que no desaparecerían las carreras técnicas; instrucción, cuentan profesores, que se dio justo el día de la visita de EL UNIVERSAL.
Entre los músicos que se han formado en estas escuelas de Bellas Artes están Lorenzo Meza, clarinetista de la Sinfónica del Estado de México; Alejandra Pott, catedrática de la Universidad de Colima, y Gladys Zamora, directora interina del Conservatorio Nacional.
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Pese a los testimonios directos, el enlace de Comunicación Social de la Secretaría de Educación del Edomex informó que no se planea la desaparición de carreras técnicas.