Hoy, en la agenda de la visita a México del presidente de Francia, Emmanuel Macron, hay un asunto cultural que la mandataria mexicana Claudia Sheinbaum ha prometido abordar: la restitución de dos códices mesoamericanos, el Azcatitlan, resguardado en la Biblioteca Nacional de Francia, y el Borbónico, que está en el acervo de la Biblioteca de la Asamblea Nacional de ese país.
El tema ocupa la agenda bilateral desde hace unos meses con la intención de lograr la restitución hacia 2026, año en que se celebra el bicentenario de las relaciones diplomáticas entre ambos países; y, en México, el proyecto ya ha sido mencionado con bombo y platillo en conferencias de Palacio Nacional.
Pero detrás de esas gestiones y buenas voluntades de los funcionarios mexicanos ha estado una comunidad hñähñu del Valle del Mezquital, que desde 2023 solicitó directamente a la Asamblea Nacional de Francia (ANF) la restitución del Códice Borbónico, el cual fue comprado por la cámara de diputados de Francia en 1826, años después de que habría sido robado del Monasterio del Escorial, en España, por las tropas de Napoleón.
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“Creo que no hay un precedente en México de que un pueblo originario solicite una repatriación de esta manera o que haga diplomacia de este tipo con un país extranjero”, destaca Emilia Mendoza Espinoza, médica de profesión y representante del colectivo Guardianes de la Cultura Ancestral Del Valle del Mezquital, quien ha sido una de las principales impulsoras de la iniciativa.
La activista dice que todo comenzó cuando el colectivo, creado en 2023 para denunciar apropiaciones culturales indebidas de la iconografía de artesanas, se propuso entender y reivindicar la historia del pueblo hñähñú. En el proceso vieron que una de las láminas del Códice Borbónico describe perfectamente el uso de los “hachones”, especie de antorchas de agave y cactus seco que pobladores de Ixmiquilpan elaboran y encienden para anunciar las fiestas al Señor de Jalpan, santo patrono de esa localidad. Aunque es un manuscrito de tradición mexica y la lámina 34 se refiere a la ceremonia nahua del encendido del fuego nuevo, la comunidad hñähñú ha identificado en él un trozo de memoria de sus raíces.
“Creo que los abuelos lo vieron todo, como en un calendario adivinatorio, y se han alineado las cosas”, expresa Mendoza Espinoza al relatar la serie de eventualidades que, con persistencia y arrojo, han logrado que el tema del Códice Borbónico tenga protagonismo en esta visita de Estado y que, en Francia, exista la voluntad de distintas fuerzas políticas para su posible restitución. Poco se menciona, sin embargo, al códice Azcatitlan, que parece ser más una iniciativa desde Palacio Nacional.
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“Que el tema del Códice Borbónico esté en la agenda de esta visita nos reafirma que el trabajo que se ha hecho desde la comunidad, con el colectivo, ha tenido su impacto”, añade la activista que, en julio de 2023, respaldada por representantes de las asambleas comunitarias de Ixmiquilpan, acudió al Palacio Borbón en París para encontrarse con el diputado Éric Coquerel, del partido de La Francia Insumisa, y exponerle la petición de restitución. Esa reunión, recuerda, se logró gracias a la intervención de un amigo francés que la animó a hacer la petición a través de ese legislador. En el encuentro, la mexicana visitó la Biblioteca de la Asamblea Nacional de Francia para conocer el códice y entregó al legislador una carta firmada por artesanas y miembros del colectivo, autoridades comunitarias de Ixmiquilpan, y por la propia Beatriz Gutiérrez Müller, esposa del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien buscaron debido a sus iniciativas en favor de la restitución de bienes patrimoniales. La historiadora se sumó con interés a la causa, pero pronto llegó el cambio de administración.
No obstante, en un contexto de apertura en Francia en torno a los temas de restitución de los bienes patrimoniales a sus países de origen, el colectivo siguió en contacto con Éric Coquerel y otros legisladores del partido de izquierda La France Insoumise, quienes han empujado el tema a nivel legislativo.
En abril de 2025, la diputada Sophia Chikirou presentó una propuesta para modificar el principio de inalienabilidad del patrimonio francés, lo cual abriría la puerta a la restitución de bienes culturales a sus países de origen, como el Códice Borbónico, y aunque la discusión de esa propuesta sigue pendiente, senadores de la alianza centrista del presidente Macron y del partido republicano también han abierto el camino con un proyecto de ley presentado en el Senado en julio. Esta última iniciativa busca derogar ese principio de inalienabilidad con el objetivo de que los procesos de restitución se puedan efectuar por decreto en Consejo de Estado, sin tener que pasar por los legisladores.
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Además, en septiembre, Coquerel estuvo en México para reunirse con la comunidad del Valle del Mezquital, con autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), del Museo Nacional de Antropología y la Cámara de Diputados para tratar el tema y comprometerse a trabajar en la causa.
A su regreso a Francia, el legislador envió al presidente Emmanuel Macron, en vísperas de la visita de Estado a México, una carta en la que le informa sobre el interés que existe del lado mexicano por recuperar el Códice Borbónico y le pide que haga el compromiso político para lograrlo en el marco de los festejos del bicentenario. En esa carta, enviada el 3 de octubre, Coquerel asegura que en su visita al país, el director del Museo Nacional de Antropología, Antonio Saborit, le expresó su apertura para recibir el códice, aunque también hay otra propuesta: crear un museo ex profeso en la región del pueblo hñähñu, “como el Museo de Bayeux, que preserva y expone en condiciones exigentes el frágil tapiz de Guillermo el Conquistador, dado en préstamo a Reino Unido”.
Emilia Mendoza, quien acompañó al legislador francés en las reuniones que sostuvo en México, cuenta que en una visita al Museo Nacional de Antropología, Baltazar Brito, director de la biblioteca de ese museo, y el ex director del INAH, Diego Prieto, se mostraron abiertos a la posibilidad de que, de lograrse la restitución, sea esa comunidad quien custodie el manuscrito.
En tanto, Coquerel ha propuesto a la ANF la creación de un comité científico binacional para abordar la posibilidad de su restitución. De concretarse, la activista pide que ese comité no esté conformado únicamente por funcionarios o académicos, sino también por actores del pueblo hñähñu del Valle del Mezquital: “Nosotros queremos ser parte de esto, no queremos lo que pasó apenas con la exposición en Madrid, donde hacen algo por el Año de la Mujer Indígena, sin una mujer indígena. Eso es un poco incongruente y no queremos eso, estamos marcando un precedente y eso ocurrió desde que fue un pueblo originario el que llevó una carta directa al gobierno de otro país, un pueblo que se comunica también con legisladores de estos países”, enfatiza.
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